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martes, 26 de julio de 2011

Capitulo 10.



Bueno, si esto era una situación con la que no contaba, estaba arrevazando los autos por la calle, mientras huíamos de no se que cosa con dos chicas extrañas en los asientos de atrás.

-Juliene, estas sangrando- observó la peliroja chistosa, preocupada por su amiga...

Umm, se llamaba Juliene.

-Si, Oh- hizo una mueca al tocarse la comisura de su labio con su dedo indicé.

-No es que quiera ser groseró, ni mucho menos, pero ya que estamos conduciendo por París como locos, sería bueno saber su nombre- comentó Alex sonriendoles por el espejo retrovisor.

-Tienes razón, rubiecito- le dijo la peliroja, yo reí ante el apelativo que le había dado a mi hermano- Ella es Juliene y yo soy Jaqui.

Alessandro la fulmino con al mirada por el espejo, ella lanzó una carcajada.

-Mucho gusto, Juliene, y rojita- le devolvió él.

Se miraron por un largo momento de tensión..

-Bueno, Él es Alessandro D´luna y yo soy Stefano- ya había bajado la velocidad y solo andaba dando vueltas, sin saber a donde llegar.

-¿Son Italianos?- pregunto Juliene.

-Certo, bella- contesto Alex.

-¿A donde debo llevarlas?- pregunte.

-¿Donde nos quedaremos nosotros?- respondió Alex, dirigiendose a mi.

-¿Se quedarán mucho tiempo en Francia?- la rojita pregunto.

-¿Para que quieres saberlo?- Alex la miró con sus ojos verdes brillantes.

Pero ella volvió a fulminarlo con los ojos cafeses enojados.

-Para evitarte en todo momento-

-Bien chicas... ¿Que les parece si las invitamos a cenar y ustedes nos dicen cuales son los mejores lugares aquí?- repuse yo, para aliviar la tensión de estos dos... y le dirigí una mirada a Juliene, de inmediato me preocupe...

La chica tenía unas facciones finas, delicadas, y unos ojos cristalinos enormes, su pelo caía por sus hombros depeinado y eso le daba un toque exótico, nada que ver con su rostro, sentí un cosquilleo por mi espina dorsal, pero lo que de verdad quería era aliviar el dolor que debía de sentir por el golpe que tenía..

Ella me devolvió la mirada pero la bajo después de unos segundos.

-Esta bien- susurró- Pero primero, me gustaría que pudieramos ir a nuestro departamento- dijo mirando a su amiga- No puedo andar por allí con un golpe como este.

-Denme la dirección- dije yo, aunque debería de estar más perdido que nunca, pero para eso se tenía el GPS.

-Mejor dejanos en esta esquina y ten- sacó de su bolsa un papelito en el que escribió algo y se lo tendió a Alex- Nos encontraremos allí en una hora.

Me preocupe aun más, ¿Estarían bien solas?...

-Estaremos bien- contesto Juliene, como si me hubiera leído el pensamiento.

-Esta bien- accedí, y aparque en una esquina.

-Gracias, Rubiecitos- dijo Jaqui, yo reí pero Alessandro no estaba dispuesto a dejarla allí.

-Nos vemos en un rato "Flamita"- dijo sarcastico.

Juliene no dijo anda, solo se limitó a mirarme y con sus ojos lo dijo todo, estaba profundamente agradecida, yo sentía que me encogía ante ella, sintiendome tímido...

-Nos vemos- dije y esperé a que ellas tomarán en taxi antes de irnos..

-¿Donde nos alojaremos?- pregunto Alessandro, que moría por un baño caliente al igual que yo.

-En donde más, "Concorde La Fayette"- dije yo, pusé la localización en la navegación del auto y seguí las instrucciones...

-Que chicas tan interesantes, ¿No crees?- preguntó Alex después de que hubimos llegado al lujoso hotel, claro, conociendo a mi hermano, no repararía en gastos a la hora de su alojamiento, se lo debía, al fin, por mi culpa habíamos perdido nuestra ropa, cosa que verdaderamente no molestaba a Alessandro, gozaría gastando en las tiendas, era tan vanidoso...

-Claro que si- dije, aunque yo sabía que él solo se refería a su nueva "mejor amiga", Jaqui, mientras que yo, mis pensamientos solo viajaban a Juliene y sus impresionantes ojos..

Alez salio del baño con una toalla atada a la cadera, y secandose el pelo con la otra, claro, no había sido difícil para él convencer a la joven que le mandaran una docena más.

-Creo que a ti te gusta Jaqui- le dije pasando al lado de él, hora de darme una ducha, faltaba poco para que el encuentro con las chicas.

Él se quedo allí, nada más, hasta que soltó una carcajada que tuvo que escucharse por todos los Campos Eliseos, además de la famosa Torre Eiffel, de la cual teníamos una maravillosa vista.

-Quisiera ella- dijo entre risas.

Yo no estaba muy seguro de eso... Pero no estaba como para preocuparme por la vida amorosa de mi odioso gemelo.... Estaba para preocuparme de la mia.

Me metí en la regadera dejando que el agua se llevará el cansancio de los últimos días, ahora estabamos en París y las cosas serían diferentes, ya lo era, Gracias a esas dos chicas tan extrañas.

..............................

-No creo que vengan- dijo Alessandro mirando su rolex de muñeca.

-Calmate, apenas llevan 5 minutos retrasadas-

Alex no estaba acostumbrado a esperar, estaba mimado, por parte de las chicas por lo menos, era tan vanidoso que si no fueramos gemelos dudaría que es mi hermano.

-Lamentamos llagar tarde- dijo uan dulce voz detrás de mi, era Juliene y Jaqui, que venían tan lindas, pero de inmediato me levante y le cedí la silla, Alessandro no se movió un centimentro para hacer lo mismo por Jaqui, esta lo fulmino con la mirada y se sentó a su lado, esté soltó una risa.

-Se ven bien chicas- dijimos los dos al mismo tiempo mi hermano y yo, ellas nos miraron curiosas.


-Ya se quienes son- dijo Jaqui, el mesero nos interrumpio, pedimos las bebidas y nos decidimos a disfrutar del momento- Son los D´luna.

-Eso ya te lo habíamos dicho- se burlo Alex.

-Dejala terminar- le regañe.

-Los miré en internet- agrego ella, lanzandole una mirada asesina.

Ella y él se entrelazaron en una pelea sin sentiedo que yo no estaba dispuesto a albitrar.

-¿Como sigues de ese golpe?- me dirigí a Juliene, miré como había tratado de maquillarlo.

-Creo que ya estoy bien, solo falta que sane- parecía bastante incómoda con la conversación- ¿Cuanto tiempo van a quedarse en París?-

Me recosté en el respaldo de la silla y tomé un largo trago de wisky.

-No lo sé- Alexandro grito cuando Jaqui le jalo la oreja, hice una mueca- ¿No te gustaría ir a dar una paseo?- le pregunte.

Ella miró a su amiga y a mi hermano.

-Si vamos- se levanto y empezamos a caminar.... París simplemente era precioso.

La torre Eiffel podía apreciarse de mas cerca, las luces la hacían maravillosa en la noche, empezamos a caminar por la pequeña plaza repleta de flores y una fuente enorme, que hacía que la vista fuera... mágica.

Me puse a pensar en lo que le había dicho a Alessandro una noche, cuando me pregunto que era lo que yo estaba buscando, en el amor que dije que debería de estar allí, en algún lado...

¿Sería Julienne?.

-Hablame de ti- le dije, recargandome en la barandilla de la plaza, mirando el agua bailar con la Torre Eiffel como fondo.

-No hay mucho que decir- dijo ella, encogiendose de hombros- Hasta hace unas horas trabajaba en un café.

-¿Desde cuando trabajabas allí?-

-6 meses-

-¿Estudias?-

Negó con la cabeza.

-¿Cuantos años tienes?-

-19-

-¿Porque no estudias?-

-¿Porque eres tan curioso?- dijo ella enojada, al principio me sorprendió su reacción, pero me la merecía, en realidad apenas nos conociamos, pero era que yo sentía que había estado toda mi vida a su lado, ella me miró avergonzada- Lo siento, no debí hablarte así.

-Esta bien, yo soy el que esta metiendose en lo que no le importa.

-No es eso, es que- bajo la cabeza- Es que, desde que mis padres murieron, no e podido hacer nada más que trabajar para mantenerme a mi, la matricula es muy cara, así que deberé de juntar un poco más de dinero eso es todo.

-Siento mucho lo de tus padres- dije yo- Las cosas han de ser muy difíciles para ti.

-Mucho-

Nos quedamos en silencio por unos minutos.

-Supongo que para ti, las cosas son diferentes- empezó a decir ella- Tu familia es numerosa y tienen mucho dinero, además de la Universidad....

-En ese aspecto si lo es, adoro a mi familia y a mis hermanas, pero algo hace falta- le confesé- Hicimos este viaje para poder estar lejos un poco, saber que quiero de  mi vida... Quien soy yo.

Sus ojos brillaban como el cielo, camino a mi y me puso la mano en mi hombro.

-Creo que estamos en la misma lucha-

Miré para la plaza donde Jaqui y Alessandro estaban charlando, aunque se sacaban la lengua y se jalaban el pelo como si fueran niños chiquitos.

-¿Mañana te gustaría ir a un día de campo?- le pregunte.

Lo pensó por un rato, tiempo que basto para ponerme nervioso..

Me sonrió y suspiro apartando la mirada a el paisaje...

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POV Juliene.

Este chico, tenía algo.... Algo que me gustaba mucho..

Tal vez era hora de seguir adelante, desde que mis padres murieron no había nada para mi, solo tratar de salir adelante, Ahora que ya no tenía empleo... ¿Porque no tomarme un descanso?, ¿porque no imitarlo y tratar de descubrirme a mi misma? ¿Tratar de recomponer mi vida?...

Suspiré de nuevo...

-Me encantaría- le respondí, mirandolo a los ojos, eran unas esmeraldas perfectas..... Tan puras....Sentía como si ese chico pudiera conquistar al mundo con esa mirada, eran un estanque que reflejaba todos sus pensamientos, sus secretos, me invitaban a ser revelados...


Él me sonrió y se acerco un poco más, a mi no me molesto y también me acerque... Hasta que nuestros hombros, bueno por lo menos mi hombro rozo su brazo..

Era un momento único, uno de esos pocos momentos en los que experimente la felicidad, o por lo menos lo más cercano...

-¿Juliene?- pregunto una voz profunda...... que yo conocía....

A unos 10 metros de nosotros Estaba un chico de pelo color miel despeinado, de facciones marcadas y piel morena..... era Joseph....

-¿Joe?- pregunto Stefano enfocando los ojos en él.... Los dos se miraron con curiosidad.. y asombro...

-¿Se conocen?- pregunte sintiendo que me faltaba el aire..

-Es mi primo- respondió Stefano.

Me fallaron las piernas en ese momento y me sujete a él para mantenerme en pie.... Que pequeño es el mundo.

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Espero que recuerden la parte cuando Juliene hablo de Joseph, si no, no hay problema...


hahahha, esto ya va tomando forma :D


¿Que les pareció?Para que se lo imaginen mejor, les dejo una imagen donde para mi es el escenario.. :D


Comenten plis :D

martes, 12 de julio de 2011

Cap. 9

Me sentía vivo, curado de penas y preocupaciones, estaba siendo simplemente yo.

-Ya tengo sueño- se quejo Alex, la noche ya había caído cierto, pero ya estabamos en las afueras de Italia, y no tenía planeado parar hasta mañana en la mañana, hasta llegar a París.

-Duermete- le conteste, sin paratar la mirada de la carretera.

-Ni loco me duermo aquí, me dará dolor de espalda- reí, aunque yo también estaba cansado, pero la emoción era mi mejor bebida enérgica.

-Andale, niña chillona, no te pasara nada- le dije- Mañana en cuanto lleguemos a París te buscas el mejor hotel para descansar tu espaldita.

-Tonto- me dijo, después se giro en el asiento y seguro si tenía mucho sueño, pues se quedo dormido.

Bueno, pensé, ¿Que haré llegando a París?, empecé a preparar algo así como un itinerario, pero era obvio que no lo seguiríamos, también moría de hambre..

Mi celular empezó a sonar, y como la carretera estaba casi vacía, me hice a un lado para contestar.

-¿Hola?- pregunte.

-Tienes que hablar con tu hermana- me dijo mi madre desesperada- No quiere escuchar a nadie, desde que llego de la cita con ese tal Lauren, solo se encerró en su cuarto, ni con tu padre ni conmigo quiere hablar, Josefina no logra abrir la puerta, y Diana no es buena hablando con ella, eres el único con el que aceptara hablar.

Me frote el puente de la nariz con mi mano libre, no llevabamos un día entero fuera y ya me necesitaban, además el cansancio me nublaba un poco la mente.

-La llamaré mamá- dije colgando y marcando de inmediato el numero de Rose.

Esperé con paciencia, hasta pensé que no me contestaría, pero así lo hizo.

-Stefano, me a dejado, ¿Puedes creerlo?, me dejo, ¿Como pudo hacerlo?, pero pues ya lo hizo, Solo me dijo que las cosas no funcionarían, que ya no era suficiente- y se lanzo a llorar.

Apreté los puños alrededor del telefono, quería asesinar a ese patán, ¿Como se atrevía a dañar a mi hermanita?...

-Tranquila, Rose, linda, escuchame- le dije, camine de un lado a otro por al solitaria carretera- No llores, no vale la pena ninguna de tus lágrimas, si, ya no es suficiente él para ti, tu eres muchisimo mejor que eso, eres bella, inteligente, creativa, una gran pintora, montas exposiciones en la Universidad, llevas una buena carrera solo con eso, chica, él no es el mundo, algún día llegará el chico indicado, y lo sabrás cuando lo veas a los ojos, será algo mágico, te lo prometo- trate de reconfortarla, cosa que al parecer funciono, porque dejo de llorar..

-¿Lo dices en serio?- pregunto.

-Claro que si, ¿Alguna vez te eh mentido?-

Pude sentirla negar con la cabeza.

-Te extraño Stefano- me dijo con cariño.

-Y yo a ti nena, pero volveré, llamame cuando quieras-

-Lo haré-

-Adiós- se despidió y colgué.

El cansancio me cerraba los ojos, y volví al auto, pero no lo encendí, en lugar de eso, me recosté en el asiento y miré al cielo obscuro, en medio del campo, las estrellas se ocultaban entre algunas nuves, pero podía ver la luna menguante y me puse a contar las estrellas...

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,8........9.............................10....... zZzZzZz


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-Maldita sea, Stefano, Abre los ojos- me sacudieron violentamente, era Alessandro.

Pero yo no quería abrir los ojos, ya sentía el sol quemarme la piel, pero...una cachetada me obligo a abrirlos.

-¿Que demonios te pasa, Alessandro?- pregunte realmente molesto, pero al mirar  supe de que se trataba.

-Te quedaste dormido, pensé que ya estabamos en París, pero seguimos donde mismo, y para el colmo nos robaron- dijo señalando la cajuela del auto abierta.

Salí y miré que las llaves estaban pegadas en el contacto, además de que yo tenía mi cartera y telefono.

-Estabamos tan dormidos que no nos dimos cuenta- agrego- Solo se han llevado las maletas.

Suspiré aliviado.

-Bueno, pues, en marcha, iremos a París, allá compras todo lo que quieras....- le dije, volviendo a entrar, pero no tenía ni idea de lo que me preparaba la vida en París.

Llegamos a nuestro destino 12 horas después sin cambio de horario, pero cuando llegamos a París, eran las 8 pm, ya estaba obscureciendo, y moría de ganas por una buena taza de cafe...

Pero Alessandro estaba dispuesto a hacerle saber a todo Francia que los D´luna habíamos llegado.

-WOW, Baby, estamos en París, POR FIN- gritaba, la capota estaba abajo así que todos en la calle volteaban a verlo.

-Puedes callarte, la policia nos va a parar-

-Sería bueno, así les das parte de que por que mi hermano se quedo dormido, nos han robado toda la ropa-

-Vamos a entrar a ese café y preguntaremos por un buen hotel- dije estacionandome enfrente de un pequeño café en el centro de la ciudad...


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POV Julienne.

-Jaqui, ¿Puedes dejar eso en paz?- le pedí a mi loca amiga, que trabajaba conmigo, ahora ella jugaba con als copas de vidrió y si algo pasaba con esas copas, nos iría muy mal con el estúpido del gerente.

-Hoy esta aburrido el día, ¿No crees?- me reí, me ignoraba como una adolescente ignora a su madre.

Ella y yo viviamos en mi departamente desde hace unos meses, bueno, desde que mis padres murieron.

-Si, el Señor Perfecto nos correra- le aseguré limpiando las copas que ella estaba ensusuando con sus dedos.

Habla del diablo y el diablo aparece, pensé con sarcasmo mientras miraba aquel hombre calvo dirigirse a nosotras, la puerta estaba entre  cerrada y nosotras nos encontrabamos en un almacén, donde se guardaba todo.

-Chicas- nos saludo y se dirigió a Jaqui- Ve afuera y espera clientes- le ordenó.

Ella dejo las copas a un lado y se marcho, no sin antes mirarme algo preocupada, si a ninguna de las dos nos gustaba trabajar para una persona como aquel hombre.

-Julienne- me llamó después de unos minutos en silencio, yo cada vez me ponía más nerviosa- El restaurante esta realmente solo.

-Si, eso veo- me limité a contestar.

Pero no estaba preparada para lo que se avecinaba, él hombre me tomó por la espalda y me levanto en el aire, colocandome entre la pared y su grasoso cuerpo, yo me altere demasiado.

-Déjeme- grite, pero este me golpeo en el rostro.

-Te va a gustar- me dijo, mientras me zarandeaba, yo sin pensarlo, le di una buena patada entre las piernas y este calló rendido y aproveche para darle otra en el rostro, calló para atrás y rompió algunas copas, que hicieron un estruendoso ruido.

Salí corriendo, entre asustada y aturdida por el golpe, me encontré a Jaqui, que venía corriendo en mi dirección, había escuchado el ruido, pero no me dio tiempo de explicarle, quería salir de allí en ese momento...

Y chocamos con ellos, el carro rojo brillaba bajo las farolas, y la puerta estaba medio abierta...

-Suvanse- ofreció un chico rubio y de unos ojos verdes increíbles, en realidad eran dos, idénticos, nostras estabamos agitadas y medio asustadas- Vamos, es obvio que están huyendo- volvió a decir el que estaba al volante.

Y sin dudarlo, Jaqui y yo nos subimos al deportivo de aquellos desconocidos.

-¿A donde vamos?- pregunto el copiloto mirandonos por el espejo retrovisor.

-No tengo la menor idea- respondió Jaqui, emocionada por nuestra nueva situación.


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Hola, hola, ¿Ya me extrañaban en este blog?, SI SI SI, hahah bueno, dejenme decirles que me a gustado mucho este cap, en realidad es uno muy bueno :d


¿Que piensan?, Les gusta?, Recuerdan a Juliene?, bueno espero que si, y una pregunta, ¿Cual es su gemelo preferido y porque? :D


Espero sus respuestas :D


Nos vemos :D


Comenten :D



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lunes, 27 de junio de 2011

Hola hola

Adoro tanto este blog que no puedo avandonarlo y no voy a escribir otra historia aquí porque no se, este blog siempre será el de Romeo y Sol y quiero decirles que.....
Volveré con la historia hahah no crean que solo lo abandonare hahah así que solo hay que esperar a que o tenga lap nueva o que la mía sufra un milagro y reviva de su coma hahaha ok bueno un saludo a todas y volveré eh no se estrenes