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jueves, 7 de octubre de 2010

Cap.46

-No sé, solo se que el cariño y la admiración fue creciendo, memorice cada uno de tus gestos, como torcias los labios cuando te enfadas, como tu frente se arruga cuando piensas y la forma en que tus ojos brilla cuando estas con Romeo- dijo mirandome con atención.

Yo no sabía que decir, él era una persona muy especial para mi, no podía terminar una realcion de amigos como así, yo le tenía un cariño enorme...

Suspiré.

-Dejemoslo así, tu yo nunca hablamos de esto- al fin me decidí a decir.

-Claro- y me sonrió como cuando me decia "Todo estará bien".

Salió de la habitación y yo me recoste en el sofá de nuevo, tomando el libro en mis manos.

Hojie el diario hasta que una frase me llamo la atención.

La noche de ayer fue especial y magica, la expresión maxima de amor más puro que se puede tener, cuando te entregas en cuerpo y alma a una persona, cuando sabes que es la indicada y que sabra cuidar de ti.

Esa confianza me a dado Sol, se ha entregado a mi, acaricié cada centimetro de su cuerpo, su piel era seda, tan delicada y fina, suave, como siempre había pensado, me dio lo más precioso de los regalos, y yo la amo tan locamente como nunca.


Me ruborice de inmediato, recordando hece día hace medio año...


No tenía bien los detalles de como llegamos a eso, solo era conciente de la presión del presioso cuerpo de Romeo contra mi, cada detalle de su piel, sus musculos y su dorso, sus ojos esmeraldas mirandome con adoración mientras yo temblaba nerviosa y emocionada, él era la persona con la cual perdería mi virginidad y no tenía miedo, sabía que él no me dejaría, que estaría conmigo para siempre...

Recuerdo la verguenza que me daba cuando el me miraba a los ojos y me decía que era la cosa más hermosa que había en el mundo, la piel se me ponia de gallina cada vez que sus manos recorrian mis brazos, fue le experiencía más hermosa.

Los ojos se me volvierón a llenar de lágrimas, pero me trate de convencer de que él seguía vivo, el pip pip del monitor me lo decia...

Si alguna vez cometí algún pecado capital lo estaba pagando.

No podía vivir de recuerdos, necesitaba salir, necesitaba distraerme y estar mejor, por Alessandro, por Romeo, por mi...

Pero Dylan me había advertido de no salir sin protección o en su compañía, ahora que tenía un heredero en mi vientre era mucho más peligroso.

Bueno estaba recluida a voluntad y necesitaba algo que hacer, así que guarde el diario en su lugar y salí al patio.

Allí las risas de Norma y Jaime estaban ivadiendo el lugar, habían apilado las hojas que caian de lso árboles ya de un color rojizo a causa de la llegada del otoño y el pequeño niño de pelo negro saltaba a las bullidas hojas desparramandolas a todos lados.

Yo llevaba un abrigo y unas botas, pues estaba haciendo frió, metí las manos a los bolsillos y le sonreí al niño que me había visto venir.

-Hola, cariño- le dije abrazandolo.

-Tía Sol- me saludo Jaime.

Él siguió con su juego y yo me acerque a Norma.

-Lo había extralado tanto- murmuro.

¿Norma seguiría enamorada de Dylan?...

Preferí no decirle nada del tema por temor a que ella se sientiera herida.

-Si, es un niño hermoso- le dije.

-Así será Alessandro ya lo veras- me sonrió.

 Me miro con más atención y frunció el ceño.

-Has estado llorando, ¿Verdad?- me acuso.

-No he podido evitarlo-

-Sol, te va a hacer daño, mira ya estas pálida y muy delgada- dijo con desaprovación.

-Lo sé, comeré bien, te lo prometo- me abrazo porque seguro escucho mi voz quebrada.

Yo me aferré a mi amiga, a mi hermana, porque estaba perdiendo a Romeo, lo estaba perdiendo aunque el estaba allí, en cualquier momento algo podía fallar.

Entramos a casa porque a Jaime le etsba dando hambre al igual que a mi....

-Señoritas, ¿Que puedo hacer para ustedes?- pregunto la cocinera cuando entramos a la cocina.

-Georgina, te agradecería mucho algo de pollo- le sonreí y ella asintió.

La comida italiana era especial, siempre me había gustado y Georgina seguro era una de las mejores cocineras, una señora de pelo plateado y de un caracter muy maternal.

Nos sentamos en la sala a esperar la comida, ensendimos la enorme pantalla plasma que estaba enfrente y lo primero que vimos nos llamo la atención.

-Una de las familias más renombradas de Florencia esta pasando por una de las peores crisis después de la muerte de los Señores D´luna, pues su hijo el menor y más encatados de Italia, Romeo D´luna, esta en estado de coma, después de ser atacado por una pandilla en las calles de New York, cuando su prometida y chica más envidiada de todo el pais, Sol Forrester fue rescatada de un secuestro que duro más de un mes, los rumores de que ella espera un hijo y de que la boda de la Señorita D´Luna con el maestro de literatura Louse Gregory es retrasada hasta nuevo aviso- decía la morena de la televisión.

Estaba fuera de el campus de la universidad...

-Allí viene- grito el camarografo y muchisima gente se arremolinio enfrente de Terry, la cual estaba junto a Louse saliendo de la universidad.

-¿Señorita D´luna? ¿Es verdad lo de el embarazo de la prometida de su hermano? ¿Que piensa al respecto? ¿Que hay acerca de su boda? ¿Porque la pospone?- ella se paro en seco, miro a las camaras y todos los reporteros extendierons su microfonos a ella.

SU mirada estaba triste...

-Si, el embarazo de Sol es cierto, estan esperando un bebe, pienso que es una noticia maravillosa en medio de tanta desgracia, nuestra boda-miro a Louse con amor y ternura aprentando su mano contra su hombro- esta suspendida por tiempo indefinido, porque, ¿Todavía preguntan porque? Porque si Romeo no despierta, no habrá nadie que me entrege en el altar- dijo y solo yo supe la tristeza que tenía en su voz y como luchaba para no soltar el llanto alli mismo, siguieron maminando con una abalancha de preguntas y fotos detrás.

¿Por eso es que Dylan no quiere que salga? ¿Por ser acosada de tanto estres?...

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Ummm jajaja...