-Hoy tienes que ir al medico- me informo Dylan- Te llevaré.
-¿Hoy?- pregunte mirando el vulto que era mi vientre.
-Si y en media hora, me ha llamado- dijo tomando las llaves de algún auto.
-Esta bien- suspiré y me levante del sofá, le di un beso en la mano a Romeo y salí de su habitación.
Me ponía cada vez mas deprimida, en primera por la situación de Romeo y por los cambios hormonales que estaba sufriendo.
Entramos al auto y salimos a el consultorio del doctor.
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-¿Todo esta bien?- pregunte con ansiedad mirando al doctor que miraba a su vez el monitos del eco.
Menio su canosa cabellera y miro a Dylan.
-¿Ha estado comiendo bien?- le pregunto.
-Si-
-¿Sometida a ansiedad o presión demasiado fuerte?- cada vez me agitaba más.
-El padre del bebé esta en coma- respondió Dylan.
-Esto no esta bien- murmuro volviendo su atención al monitor.
-¿Doctor?- pregunte de nuevo- ¿Pasa algo malo?.
-Al parecer comparado con el eco que hice hace dos semanas, el feto no ha crecido nada- dijo muy serio.
-¡¿Que?!- exclame...
Mi bebé no, no me podían arrebatar todo...
-Expliquese Doctor- le exigio Dylan.
-Mis preguntas se dan a que cuando la madre esta sometida a mucho estres o en depresión el cuerpo manda mensajes y hace que dentenga el desarrollo, puede ser dos etapas, primera el niño detiene el desarrollo por un tiempo y después lo reanuda o simplemente se suspende y el feto.....- El Doctor se trago las palabras.
El feto muere...
No, mi niño no...
-No, Doctor, hare lo que tenga que hacer- dije llorando.
-¿Que es lo que se tiene que hacer?- pregunto Dylan con la sombra en sus ojos.
El doctor camino por toda la habitación.
-Un retiro, es decir algo así como unas vacaciones, ella necesita alejarce de todo aquello que le este causando la depresión o el estres- dijo al fin el doctor.
Estaba diciendo que tenía que alejarme de Romeo, de mi casa, de mis seres queridos...
-No puedo hacer eso- murmuré.
-Lo hará, yo me encargare de eso- dijo Dylan solemnemente.
Lo miré extrañada...
Él trato de infundirme valor con sus ojos negros, e increiblemente lo logro.
Tenía que sacrificar algo por mi hijo, por le hijo de Romeo, por el heredero D´luna.
Y por mi, por mi propio bien.
Asentí y suspiré, mi hijo debería estar bien.
¿Pero a donde me iría? No quería irme demasiado lejos...
-¿Como esta el joven Romeo? ¿Han notado algo?- pregunto el doctor.
-No, aun no- dije agachando la cabeza.
Suspiré, Romeo, ¿Como podría dejarlo así en este momento?...
-Bueno, Señorita D´luna, la veré en 15 días y veremos que pasa- así dio por terminada la cita con el doctor.
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-No me puedo ir Dylan- casi chille cuando regresamos a casa.
-Nosotros cuidaremos de él, no haras nada si estas aquí, te harás daño a ti y a el pequeño-
Suspiré, él tenía razón.
-¿Pero a donde me iré? Además ¿yo sola?-
-Claro que no, Norma y Teresa se irán contigo, yo me quedaré a cuidar de Romeo, él estará bien-
-Aun así ¿A donde iré?- aun tenía esa esperanza.
Pero se me olvidaba con quien estaba tratando, con Dylan D´luna, los D´luna podían hacer casi todo, todo lo que pudiera hacerce con el dinero..
-Tenemos una pequeña casa, a menos que te quiera ir a Londres a mi departamento- sonrió.
-No claro que no- me apresure a decir- ¿En donde esta la "pequeña casa"?- dije sin ganas.
-Verona- sonrió más ampliamente.
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Dylan estaba rreglando todo para mi partida esa misma tarde, Verona se encontraba a 230 km de Florencia, Norma estaba empacando para dos semanas y yo simplemente miraba el rostro de mi amado.
-Nos iremos a Verona- reí amargamente- He estado aquí por más de un año y contigo y nunca hemos ido a Verona, donde Romeo y Julieta vivieron su historia- las lágrimas salian- Yo me iré por unos días, pero me duele dejarte, separarme de ti, pero es por el bien de nuestro bebe, me hubiera gustado recorer las calles de Verona de tu mano, sintiendome la mujer mas dichosa, viviendo mi propia historia con mi propio Romeo.
-Sol, ¿estas allí?- pregunto la voz de Dylan.
-Si, aquí estoy- suspiré.
-Es hora de irnos- dijo él asomando su cabeza por la puerta.
-Si ya vamos- conteste y le trate de sonreír.
Besé a Romeo en la frente.
-Nos vamos a Verona-murmuré- Romeo ti amo con tutto il cure.
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Bueno umm estoy muy triste por eso, jejeje.
Pensé en Verona porque una de mis amigas de casi toda la vida aca de regresar de su viaje por Europa y me a regalado un lapiz y un ceparador directamente de Balcon de Julieta pues ella sabe que amo escribir y leer..
Gracias Bri! jajaja.
Lamento no publicar se me fue la inspiracion jejeje :S