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domingo, 27 de junio de 2010

Cap. 22. Chismes.


-Todavía tendrás que quedarte unos días más- me dijo Romeo en la mañana siguiente.

-¿Que?, No, Romeo, No, yo no me quiero quedar, es que, es tan deprimente el hospital, además ya estoy bien- le dije- Y la universidad, no me puedo quedar- me queje.

Romeo se rió de mi y luego me miro con sus ojos verdes llenos de paciencia.

-Te dieron un balazo, niña bonita y mimada- dijo acariciandome la mejilla, yo lo mire con ojos suplicantes- Esta bien, veré que puedo hacer- suspiro y se levanto- además ¿Que tiene de malo el hospital?, es el más bello de Florencia- pregunto mirando la habitación.

Bueno, eso era cierto, la habitación parecía de lujo, la cama era muy cómoda, había jarrones llenos de margaritas, cuadros, una televisión de plasma...

-No me refería al hospital en si, yo me refería  a lo que representan- le aclaré a mi novio.

Él sonrió y salio de la habitación.

Me recosté en las almohadas de plumas de ganso y prendí la televisión, puse un canal de música y moví la cabeza al ritmo de Muse....

-¿Puedo pasar?- pregunto una voz ronca.

Me tensé de inmediato y mire a la puerta donde estaba Brad con un ramo de violetas.

-Ya estas aquí- dije y me sentí grosera.

Él entro y se quedo parado unos metros de la cama.

-Veo que estas mejor, lamento mucho lo que paso...- en realidad el chico estaba tan nervioso que las palabras se le atropellaban.

-Gracias y si, estoy bien- le dije un poco más amable.

- Te traje violetas, son tus favoritas- agrego tendiendome el ramo.

-Si, muchas gracias- le sonreí y las tomé y hundí mi nariz en ellas.

Nos quedamos en silencio por un minuto.

-Romeo te quiere mucho- comento.

Yo levante mis ojos para ver la expresión de su rostro, pero no pude ver nada, estaba de espaldas a mi con la mirada fija en la ventana que daba un hermoso paisaje.

-Si, me ama- se me hacía extremadamente raro hablar de esto con él.

-Yo también te amo- murmuro y fijo su vista en mi.

-Brad, esto ya lo hablamos, yo lo amo más a él, más de lo que alguna vez te quise, más de lo que alguna vez podre amar a alguien más- le dije sosteniendo su mirada.

-Cometí un error Sol, pero perderte me hizo madurar, valorar todo, Sol, solo dame la oportunidad...- Empezó a suplicar.

-¿Quien diría que Brad, el capitan del equipo de fútbol estuviera suplicando?- dije con sarcasmo.

-Sol, es de verdad, yo te amo- volvió a insistir.

-Pero yo a ti no, ya olvidalo- le grite exasperada- Por el amor de Dios, Romeo es tu hermano gemelo, ¿cómo puedes querer quitarle la novia a tu propio hermano?

-Él no es mi hermano, él fue el que te alejo de mi, él es el culpable de esta situación- me grito en respuesta.

-Jajaja, Brad, no le eches la cual a él de lo que tu mismo causaste, de todos modos yo me iba a mudar aquí, Dios lo puso en mi camino- defendí a Romeo.

-Esto no sera lo ultimo que sepas de mi Sol, te lo juro, al final gano yo- grito antes de salir de la habitación.

-Llevate tus flores- grite lansandolas contra la puerta, donde una enfermera las esquivo agilmente.

-Lo siento- le dije a la chica avergonzada.

-Usted debe ser la Señorita Sol D´luna- dijo con su asento italiano.

-Sol Forrester, ¿Cómo sabe mi nombre?- pregunte pues apenas en mi casa me conocían.

-Señorita, todo Europa esta hablando de usted- dijo amablemente- casi es la chica más envidiada, por chicas comunes y artistas también- me informo.

-¿Quien?,¿Yo?, No creo- dije.

-Si, mire usted misma- me tendió una revista doblada a la mitad.

-Oh Dios Mio- murmure al ver una foto mia y de Romeo, seguro estaba tomada en el aeropuerto, Dylan iba a un costado mientras yo abrazaba cariñosamente a mi novio sonriendo.

-Pensé que quedría verla, así que compré una en ingles- dijo tendiendome otra igual pero en un lenguaje que pudiera entender.

-Gracias- le dije hojeando la revista hasta encontrar mi objetivo.


SI CHICAS, ASÍ COMO LO VEN!!!!

Se llama Sol Forrester, un chica más ordinaria que los convers, a logrado conquistar el corazón de este galán, se conocieron en una cafeteria en New York y al parecer han viajado en el crucero ellos solos, bueno en compañía de Dylan D´luna, otro de los herederos de la dinastia.
La noticia no fue muy bien recivida por Alina Maquiel, la cual persiguió a Romeo D´luna por todo el barco...

Esta chica si que tiene suerte, ¿Que no dariamos por bailar salsa con el guapisismo Dylan?, ella logro el sueño de muchas de nosotras.....

Pero ¿Esta sera otra de las muchas conquistas de nuestro heredero caprichoso?

Seguramente se aburrira pronto de ella, al fin no es nada de especia, así que suerte chicas.



-Esto es realmente, inaseptable- murmure cerrado la revista.

-Pero eso no es todo, es revista es vieja- dijo la enfermera- tenga- me tendió otra.

Otra vez yo, pero ahora en mi peor momento, Romeo gritanto y llorando, y yo desangrandome en sus brazos.



NUESTRO ROMEO, estaba a punto de perder a la cenicienta de su cuento por un robo,
si Sol Forrester, o mejor conocida Cenicienta, fue victima de un asalto que termino en tragedia.
Aún no se sabe quien fue causante de esto, lo que se sabe es que las perdidas de la familia D´luna fueron grandes, pues la joven era poseedora de varias tarjetas de credito a nombre de la familia, las cuales tenían miles de euros en ella, además de sus propias pertenencias.

Al parecer el joven D´luna puso a la disposición de esta muchacha todas sus pertenencias, desde su casa, en la cual ella vive, hasta sus lujosos autos y su dinero.

Nadie sabe de donde viene esta cenicienta, pero si se ve a donde va, a la cima, pues se rumora que Romeo planea buscarle un contranto con una editorial Norteamericana para publicar su primer libro.

Es obvio que Sol Forrester no desaprovecha ninguna oportunidad.

Esto es lo que declaró la cantante Alina Maquiel y lo que observo ella misma en el crucero que compartió con la enamorada pareja:

" Ella es encantadora a su forma, pero no tiene clase, es simplemente muy simple, no se como Romeo pudo enamorarse de alguien así, lo de su libro y el dinero, no me sorprende en lo más absoluto" Dijo la cantante cuando llego en su avión privado de Alemania.



La lágrimas me empañaron los ojos y solté la revista, ¿Cómo pueden hablar de mi así?, ni siquiera me conocen, me estan llamando cazafortunas, aunque yo no sabía quien era Romeo cuando me enamore de él...

-Señorita, ¿Esta bien? necesita tranquilizarse- dijo la enfermera.

-Si, solo dame un segundo- dije secandome las lágrimas con la mano.

-¿Que pasa?- pregunto Romeo entrando en la habitación.

-Tu sabías de esto- le acuse.

Él miro las revistas en el suelo y luego asintió sombriamente.

-¿Cómo pueden llamarme así? ¿O humillarme así?- dije volviendo a llorar.

-No les hagas caso, son solo chismes- me consolo.

Se sentó a mi lado y me aparto el pelo de la cara, y dulcemente, con sus labios seco las cristalinas gotas 
que caían por mis mejillas.

-Y Alina, ¿Quien se cree ella para llamarme así?, sabía que ellos se darían cuenta- solloce.

-No importa lo que diga Alina o esa estupida revista, con que yo sepa la verdad, eso me basta- dijo callando una protesta de mis labios con los suyos.







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Pobre Sol, lo nadie la puede dejar en paz, jejeje, ya sabía que me había tardado en subir en este y en el otro blog, pero aquí está en cap, jajaja, espero que les encante jejeje
Las quiero mucho y Gracias por leer, comenten pliss.