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sábado, 29 de mayo de 2010

Cap.16. La casa.

No podía creer que ya se había terminado, desembarcamos en en Grecia, de ahí tomaríamos un avión a Italia....

El verano de mi vida se había terminado, pero me dejo mucho conmigo, sano mi corazón, encontré a un buen amigo y un confidente, y lo más importante era que había encontrado a mi alma gemela, la persona que realmente me amaba y yo a él.

-¿Y ahora que harás Dylan?- le pregunte triste, me había vuelto muy amiga de él, lo quería muchisimo.

-¿Crees que me desapareceré por ahí y de desaras de mi tan pronto?- pregunto ofendido- Iré a Italia con ustedes, seguiré tu consejo.

-Eso es genial- le dije sonriendo.

-Apresuremonos- dijo Romeo tomandome de la cintura.

No me cansaba de eso, ni de su compañía ni de su sonrisa, ni de la forma en la que me miraba....

-Vamonos- le conteste sonriendo.

Dylan sonrió y meneo la cabeza.

-¿No tendrás una amiga, una hermana?- pregunto- me estoy empezando a sentir solito.

En ese momento me acorde de mi mejor amiga Norma....

-La verdad si, se llama Norma, es de origen mexicano, es mi mejor amiga, la quiero mucho- le dije sonreindo al recordar el primer día en que ella llego, ella no sabía hablar ingles ni yo español, pero nos hicimos amigas al instante.

-Umm mexicana- murmuro interesado.

-No seas bobo- le dije- si quieres algo con ella debe de ser enserio, ella es muy valiosa- le regañé.

-Primero necesito conocerla- dijo.

Saqué de mi bolsa una foto en la cual estabamos las dos juntas en una pijamada, todas despeinadas, pero aún así se la mostré.

-Es tan bella- murmuro sorprendido.

-Si- le dije sonriendo por mi triunfo....

-No tanto como tu- me murmuro Romeo al oído.

-A cada quien lo suyo- le recordé, recuerdo que siempre pensé que mi amiga era muy bella.

Él se rió y caminamos a un taxi para poder ir al aeropuerto, lamento no poderme quedar mucho en Grecia, pues la ciudad a la que llegamos era realmente bella, una estructura antigua con gente muy cálida, cuando llegamos a nuestro destino Romeo le dio las gracias a el chofer y nos aventuramos a la multitud.

Dylan charlaba conmigo preguntandome sobre Norma, sobre como era, me sentí un poco incómoda, no sabía si debía decirle sobre el niño....

Me sentí muy aliviada de subir al avión, no me sentía con el derecho de revelarle nada a Dylan, y él no tuvo tiempo de preguntarme nada más...

Antes de la media hora me quede dormina, no era mucho de vuelo de Gracia a Italia, así que sentí que no había pasado ni un minuto cuando ya estabamos en el aeropuerto de Florencia.

Todos reconocieron a Romeo y Dylan desde el primer instante en el que pisaron Italia, todos los saludaban y hasta algunas chicas les pedían fotos...

-¿A que se debe todo este espectaculo?-les pregunte.

-No le has dicho- le dijo bajo Dylan a Romeo.

-No, no lo creí necesario- le respondió él en el mismo tono de voz.

-Sigo a su lado- les recordé.

-Bueno, pues ya sabes que soy un D´luna y los D´luna vienen de un linaje de herederos, somo algo así como los Paris Hilton de Europa, soloq ue un poco mejores, nos concideran en una posición que no merescemos, además quieren saber hacerca de que paso con Alina y quien eres tu- me contesto.

Linaje de herederos, ya sabía que eran ricos, pero nunca me imagine cuanto, pero el auto en el cual fueron a recogernos fue un insentivo de cuan ricos eran.

No era un auto, sino dos, un austo martin ultima edición para nosotros y un porche rojo para las maletas,el chofer del auto y del otro se fueron juntos en el porche mientras que Romeo se deslisaba en el asiento del piloto y Dylan me abría la puerta.

La casa D´luna estaba afuera de la cuidad de Florencia, un poco cercas de la universidad, un zona que parecía muy exclusiva por las casa tan bellas que había, yo miraba maravillada por la ventanilla, mirando las casas con sus elegantes jardines.

-Ahí esta- señalo Romeo dando vuelta en una esquina.

Había una reja que rodeaba toda la cuadra, no se podía ver la casa desde afuera, solo los hermosos rosales, los árboles y las violetas, se puso enfrente de la reja principal que era de color dorado y presiono un boton en un alta voz.

-Ciao- saludo una voz femenina.

-Ciao, Belle, soy Romeo- le dijo a la chica que había contestado.

-Romeo, señor, que gusto, ahora mismo se abre- le respondió la chica entusiasmada.

En ese mismo momento la reja se abrió y Romeo acelero y entro en el camino de piedras que llevaba a la cochera, otra prueba de lo rico que era, tenía coches de todos, desde clasicos hasta modernos, todos bien pulidos y limpios, llegué a contar 10.

-¿Y estos autos?- pregunte asombrada.

Dylan soltó una risa y Romeo me miro por el espejo retrovisor.

-Eran de mi padre- me explico.

-Oh- fue lo unico que pude decir.

Los choferes bajaron las maletas y Romeo me ayudo a bajarme.

-Entramos por la puerta de atrás, la que da directamente a la cochera, ven- me tomo del brazo y me encamino a el enorme jardin que lucia como un eden.

Me quedé maravillada, era realmente bello, todo tipo de flores crecían, también árboles de manzanas y naranjas, arbustos de moras, y una enorme fuente rodeada de rosas.

-Es encantador- le dije a Romeo.

-¿Te gusta?-

-Me fascina- le respondí.

La sonrisa que me dedico me dejo sin aliento, era tan feliz que con solo es me bastaba para vivir.

.Esta casa esta a tu disposición, los sirvientes y los autos, todo- me dijo abrazandome.

-Romeo, yo no necesito tanto, puedo encontrar un departamente, un coche no te preocupes puedo tomar el tren, además la universidad no queda lejos...- empece a protestar, no quería que pensara que estaba con él por su dinero.

Puso un dedo en mis labios.

- No importa, aquí ahí mucho espació solo somos mi hermana y yo, ahora Dylan y tu, los autos no importan son suficientes, los sirvientes para eso están- trato de convenserme.

Pero yo solo era conciente de su dedo trazando el contorno de mi labio.

-Romeo, la prensa va a hablar- trate de salirme por la tangente.

-No importa, Sol- me dijo suavemente.

-Romeo- volví a protestar.

Pero me beso en ese momento, yo enganche mis brazos a su cuello y me puse de puntillas para poder besarlo mejor.

Sus besos eran mi debilidad, así que no sabía de tiempo ni espació cuando estaba con él, solo era conciente de sus brazos alrededor de mi y de que me amaba más que nadie..

martes, 25 de mayo de 2010

Cap.15.Romeo, Romeo.

Los días se pasaron sin pensar y sin sentir, se pasaron entre risas, juegos, baile, cine y el nuevo juego de "Arruinale el día a Alina", ella no se dio por vencida, yo pienso que era más por vanidad que por que en realidad quisiera a Romeo, siempre se acercaba e invitaba o insinuaba algo, Dylan me ayudaba mucho en este juego en el cual Romeo solo miraba divertido y no hacía nada por impedirlo.

Un día estábamos jugando bolibol, Romeo me ayudaba, eramos él y yo contra Dylan, el cual resulto se muy bueno, en realidad el juego se reducía a ellos dos, pues yo solo sacaba y después no volvía a tocar el balón.

Era el día maravilloso, pero una arpía vestida de chanel, siempre tenía que aparecer, pero siempre me encantaba  la forma en la cual Romeo la rechazaba, siempre como un caballero.

La verdad no quería saber nada acerca de lo que paso entre ellos dos, pero si me dio la curiosidad de saber porque Romeo se había fijado en una persona como ella, era totalmente diferentes, ella simplemente una diva en todo el sentido de la palabra, y él apesar de su dinero y fama, un chico sencillo que le gusta pasarla bien y no le importa lo que le diga la gente.

Cuando terminamos el partido de boli y Dylan maldijo en voz baja, pues Romeo le gano, decidí preguntarle sobre su relación con Alina, aunque no me gustara lo que iba a oír.

En cuanto le pregunte, su mirada se fue a lo lejos y después de unos segundos que me parecieron eternos me miro.

-Ella fue algo lindo, en realidad pensé que me quería yo le di algo muy preciado, la joya familiar, esperaba casarme con ella...- su voz se apago y a mi se me hizo un nudo en la garganta.

-¿qué pasó?- me force a preguntar.

-Ella, pues, yo estaba en la oficina de mi padre, donde trabajaba también un supuesto amigo mio, pensé que sería una buena idea ir a visitarlo, los encontré infraganti, fue algo que me marco, de eso ya hace unos cuantos años, tal vez unos tres, he sanado, aprendí- me miraba con cautela.

-Segura que la amabas- murmure.

Pero no podía, no podía imaginarmelo con ella, es que simplemente no encajaban.

-No, no la amaba, tengo que decir que si sentí algo fuerte por ella, pero amor no era, yo soy el tipo de chicos que cree en el amor a primera vista, se que cuando la miras aunque sea por primera vez, simplemente sabes que es la indicada, que ella esta hecha para ti- esas palabras me hipnotizaron, eran tan bellas.

-¿Lo haz sentido alguna vez?- quise saber, tal vez conoció a una chica en Italia....

-Si, solo una vez y ya no me volverá a pasar- me contesto.

Me encontre con su mirada y ya no tuve dudas, la emoción que sentí al ver sus ojos verdes gritandome la verdad era tan grande que temí me diera un ataque cardiaco.

Ahora chica, dile lo que sientes- me dije a mi misma.

¿Que es lo que siento?- me conteste.

Llevas todo el mes pensando lo que él dijo, que él es para ti, vamos dile ahora- me dije exasperada.

No se, él nunca se refirió a mi- me dije yo cobardemente.

Tenían razón, bueno tenía razón, sabía que algo en mi (aparte de mi voz del subconciente) me gritaba que él estaba hecho para mi, hecho a mi medida, él seguía mirandome en busca de una respuesta, ¿Qué le diría?....

-A de ser encantadora- me golpee con la palma imaginariamente.

Él suspiro exasperado al igual que mi mente y yo mi mire.

-Pensé que eras distinta- dijo.

-¿Que?- le pregunte extrañada.

-Si, pensé que podías ver atraves mio, desde ese momento en el cafe, sentí que eres la única que puede verme en la forma en que tu me vez, ver quien realmente soy, ver mi alma- especifico.

-Romeo yo- tartamudie.

-No importa, esta bien, lamento haberte hecho pasar un mal rato- y increiblemente me sonrió.

¿Qué acabas de hacer?- me regaño mi mente.

Nada- me defendí.

Lo has dejado ir-

No, él es mi amigo-

Claro que no, él es, él es tu alma gemela y lo sabes perfectamente-

Suspiré y me di cuenta que otra vez tenía razón.

¿Lo había perdido?, él seguía ahí, tal vez esperando que hiciera algo, pero aprecia que tomaba una decisión difícil, yo solo mire su espalda, tomando yo también mis propias decisiones.

-Romeo- le llame.

Cuando volvió la vista, no espero a que le dijera algo o hiciera algo, simplemente me levanto del suelo y me beso......

Reacciones de inmediato, le devolví el beso y supe que nuca había besado en realidad, nunca, ese era un beso, con amor, un beso donde dos personas comparte todo, comparten su amor, sus almas, ese tipo de besos que nunca olvidas, ya no existía nadie, nunca existió Brad, ninguna chica llamada Alina, no, solo mi corazón que volvía a latir fuerte, y el de él que se podía sentir contra mi.

-Ti amo- murmuro Romeo.

El corazón se me paro y volvió a latir con más fuerza que nunca, era el sonido de un corazón feliz.

-Ti amo- le conteste sonriendo.

Lo había encontrado, si, era mio, mio, mio, ya no tenía que buscar más, ya no, estaba segura en donde estaba, en sus brazos, podía pasarme la vida en ellos.

-Romeo, Romeo, ¿Por qué eres tu Romeo?, niega a tu padre y rechaza tu nombre o en cambio solo dime que me amas y yo dejare de ser Sol Forester- recité las lineas Romeo y Julieta.

- Nunca dejes de ser tu- me dijo acariciando mi mejilla.

-Nunca- le conteste y le sonreí.

Él me quería así, como era, no quería que cambiara, él simplemente me amaba.





Bueno me inspire en unos recuerdos, jeje, o por lo menos unos recuerdos que yo quisiera fueran así, espero qeu les guste el cap.

Gracias por leer.

Atte: Alejandra.

lunes, 24 de mayo de 2010

Cap.14.i´l mio Sole.


La tal Alina se dio cuenta de que la miraba, primero me estudio con la mirada y después hizo una mueca engreída, miró de nuevo a Romeo y al parecer le dijo que yo los estaba mirando.

él volvió su vista a nosotros y luego me sonrió y me hizo una seña para que me acercara.

-Dylan, vamos- le dije sujetandolo del brazo.

-No chica te están hablando a ti, yo y Alina no concordamos- dijo incómodo pero con una mueca burlona.

-Por favor- le pedía aterrada de ir sola.

Él suspiro y me tomo del brazo, yo sonreí y me sentí más segura, caminamos por la borda hasta llegar a donde se encontraban ellos dos.

-Hola- le salude a Romeo sin resistir a sonreír al ver su rostro.

Dylan se aparto de mi lado y se puso una pasos más atrás, Romeo me miro de arriba a abajo y después se detuvo en mi cara, estudiandola por completo, hubo un momento en el cual me miro los labios y pensé que me besaría, pero después siguió su recorrido.

-Hola- me saludo devolviendo la sonrisa más hermosa del mundo.

-¿Quien es?- pregunto la rubia con un tono de voz tan chillón (no se si sea mi imaginación o mi irritación hacia ella) o poruqe simplemente era el reflejo de su personalidad.

Sin evitarlo apreté los dientes y la mire con ira, ¿Quien se creía ella para preguntarlo de ese modo?, no me importaba si era Alina Maquiel, para mi solo era una irritante chica que se creía mucho.

-Ella es Sol Forrester- me presento Romeo rodeando mi cintura con su mano y acercandome  a él.

Este gesto se me hizo tan protector, como si quisiera protegerme del veneno de aquella arpía, la cual fulmino con la mirada su brazo alrededor de mi, y si hace un momento me sentí segura porque Dylan me había acompañado, en ese momento me sentía en una burbuja blindada que ni la maldad ni el dolor podrían penetrar.

Ella se irrito y después miro con despreció a Dylan que nos observaba de afuera.

-Dylan- le saludo ella.

-Arpía- le contesto con el mismo despreció- disculpa Alina- dijo corrigiendoce.

Yo sonreí a mi amigo y después mire a Romeo que trataba de contener la risa.

-¿Y tu eres?- le dije con el mismo tono frívolo que ella uso conmigo.

-Yo soy Alina Maquiel- dijo ofendida por mi falta de información acerca de quien era ella.

-La que sale en la parodia de Lady Gaga- le dije sonriendo.

Ella al principio no le entendió, pero Dylan no contuvo la risa y soltó semejante carcajada, Alina lo miro enojada y luego ami.

-Muy fina, para tu información soy una famosa cantante en Italia-

-O si, perdón, pero en realidad te pareces a la parodia de Lady Gaga, espero que sepas quien es, a de ser familiar tuyo- me burle.

Romeo me apretó un poco, yo volví a verlo, sabía que se quería reír, pero era un caballero, tal vez esperaba que yo me comportara como una dama, pero lamentablemente no lo era.

Alina me miro como si quisiera matarme, su cara se descompuso por la rabia y se marcho.

-Genial- dijo Dylan levantando una mano para que la chocara.

yo salté intentando chocarla con la mía, pero para mi decepción y gran burla de Romeo y Dylna apenas pude llegarla al codo.

-No se burlen- les grite, pero ni yo misma pude contener la risa.

-Bueno chicos, nos vemos- dijo Dylan dandose la vuelta y caminando a la alberca, tal vez se daría un chapuson.

-¿Quieres desayunar?- pregunto Romeo y como antes me rodeo la cintura con su brazo.

Yo disfrute de la sensación de un hombre fuerte, protegiendome a mi lado, algo que nunca había experimentado, le sonreí a él y a la reacción.

-Si- después de todo el estres que pasé con esa cantante era mejor tener el estomago lleno.

Nos dirigimos al restaurante y otra vez paso lo mismo que la otra mañana, la gente presuntuasa en cuanto entramos tuvieron de que hablar.

-Es Sol Forester, al parecer su padre es accionista de una gran empresa en America-

-Yo la vi bailar anoche con Dylan D´luna, es magnifica he de reconocer, pero parece una caza fortunas- eso en realidad me molesto.

Romeo se dio cuenta de eso, tal vez también escucho, me acerco aun más a él y se inclino hasta sentir su aliento en mi cuello.

-Non importa il mio amore, la gente parla solo per parlare- me susurro.

No importaba que no entendiera ni una palabra, pero el italiano sonaba como una canción al escucharse salir de sus labios.

-¿Disculpa?- me odie por no entender.

-No te preocupes mi amor, la gente solo habla por hablar- me tradujo amablemente.

Suspire, me había dicho "mio amore".

El desayuno fue relajante, hasta el punto de olvidarme del asunto de Alina, nos reunimos con Dylan en la piscina, después fuimos a comer y yoq uise estar sola un rato en mi habitación antes de salir con Romeo.

Ya no me preocupaba por la gente, que dijeran de mi lo que quisieran, así que solo fui a relajarme.

Prendí la laptop y agradecía a Dios que hubiera internet, le escribí a Norma y a mis padre unas cuantas lineas y después revise el correo, había un correo de Brad, lo borré, no me importaba lo que me hubiera mandado...

Me sorprendí de mi reacción, lo borre con tal indiferencia, mi corazón no se paralizo y no se rompió en pedazos después, no deje de hacer lo que estaba asiendo para leerlo de inmediato, ni contestarle como desesperada y gritarle que lo amaba.

Porque realmente nunca lo ame, nunca, era solo una ilusión, algo que yo me quise imaginar.

Romeo es real- otra vez esa voz.

Me estaba volviendo loca si me escuchaba a mi misma.

-Tienes razón- me queje.

Yo misma tenía razón.

Él nunca me mintió, el es real conmigo, lo puedo leer en sus ojos, en cada rasgo de su cara, en su misma esencia.

Ahora ni siquiera me pensaba que era igual a Brad, no, el era más hermoso, él simplemente es único.

Suspiré y volví mi vista a la pantalla, entre en unas cuantas paginas, en una de mis favoritas en las cual perder el tiempo, pero odie después de unos minutos haber entrado.

LA PAREJA IDEAL.

Hoy se les fue vistos a los ex-novios la famosa cantante Alina Maquiel y el rico heredero y nuestro favorito rompecorazones Romeo D´luna en un crucero, gracias a una fan que les tomo la foto, se ve que estso dos tortolos han vuelto.

No quería ver más esa foto, ella besandolo a él, simplemente no podía creerlo, y si mi corazón volvió a latir ya no lo sentía, ya no podía sentirlo martilleando contra mi pecho, simplemente había muerto.

-Sol, ¿estas ahí?- escuche que llamaba Romeo.

Yo no encontraba mi voz, no le conteste.

-Sol-volvió a llamar.

-No- solté como un quejido.

-Sol- dijo alterado y abrio la puerta.

Yo me sequé las lágrimas de las mejillas y reze para que no se diera cuenta que estaba llorando.

-¿Que pasa?- quiso saber preocupado.

-Nada- le dije con la voz ronca.

Él miro la computadora donde se veía la foto.

-No puedes creer eso- dijo de inmediato.

-No importa, tu solo eres mi amigo- me trate de convencera  mi misma.

-Esa foto no es verdadera, ni siquiera yo traía esa ropa- me hizo ver.

Yo trate de mirar y omitir la imagen, y él estaba en la razón, no era la ropa que llevaba él esa misma mañana.

-Oh, Romeo- le dije brincando de felicidad, le eche los brazos al cuello y lo abrace.

Él me devolvió el abrazo, me rodeo por la cintura y me sujeto.

-Il mio Sole- no necesitaba traducción para eso.






Espero que les guste, a mi en lo particular si, jejeje.

1.-Sol mia, eso es lo que significa lo ultimo, esta en italiano.

:D comenten chicas y gracias por leer.

domingo, 23 de mayo de 2010

Cap.13.Alina Maquiel.


-¿Y tu Sol, que te gustaría hacer?- quiso saber.

No era muy buena hablando de mi misma, pero con él al igual que con su primo me sentía muy segura de ser yo misma.

-Periodismo- conteste.

-Interesante- dijo como esperando que yo agregara algo más.

Suspiré además que caso tenía ocultarselo, era muy bueno leyendome la mente.

-Es lo más cercano a la literatura, me permite hacer muchas cosas- me reuse a decirle más.

Pareció entenderme, solo asintió y siguió mirando a la nada, yo lo imité y suspire al ver la noche.

-¿Quieres volver a salir alguna vez?- pregunto rompiendo la quietud.

Yo me tensé de inmediato, ¿Qué se supone que tenía que hacer en ese momento?

¿Quieres volver a salir con él?- me pregunto mi lado razonable.

Te has divertido- me dijo el otro lado de mi.

Eso era cierto me había divertido, bailar me hacía bien, pero ¿Esto significaba algo más para él?, ¿Heriría sus sentimientos al decirle que no?, ¿Quería decirle que no?, ¿Debía decirle que no?...

-Me he divertido- fue lo único que se me ocurrió contestar.

-Si igual yo, por eso te pregunto que si quieres volver a hacerlo, solo por diversión- y otra vez lo hacía, leerme el pensamiento.

Eso fue un gran alivio, era solo por diversión, solo por eso...

Le sonreí y sentí que un gran peso caía de encima de mi.

-Claro, solo que mañana no puedo, le he dicho a Romeo que vería una pelicula con él- además quería apsar más tiempo con él.

- Esta bien, ya le he robado su noche, así que tal vez el viernes-

-Muy bien- le dije sonriendo.


Nos quedamos un rato más en la borda, platicamos de todo, y me di cuenta que Dylan D´luna era una persona fácil de querer, lo quería como si fuera un hermano.

Me acompaño a mi cuarto, tratando de evitar las miradas maliciosas de la gente.

-Bueno, gracias- le dije un poco incomoda.

El protocolo a seguir era despedirce de beso, pues segun eso esto era una cita.

-Ha sido divertido- dijo.

Odiaba eso, sabía que él estaba enterado de mi tensión, yo no quería besarlo, él sonrió con malicia y se acerco y yo como boba le rehuí asustada.

Se acerco más y me tomo por la cintura y me acerco a él.

Mi respiración se acelero por le nerviosismo, no sabía que hacer, yo solo me quede ahí inmovil esperando ver que hacía.

Se empezó a inclinar a mi.

Dios Mio, Sol has algo- me grite.

Cuando sentí su respiración en mi rostro lo mire horrorizada, pero él se carcajeo y me soltó.

-Tonto- me queje.

-Jajaja, fue gracioso ver tu expresión- se burló.

-No pensaba besarte- me defendí.

-Ni yo a ti, no soy de ese tipo de personas, te besaría, si no supiera lo que se- dijo.

¿Que?, ¿Que es lo que él sabe?

No em dio tiempo a preguntar, pues ya se había marchado.

-Bobo- farfulle mientras cerraba la puerta.


Me puse la pijama y me tumbe en la cama pensando en lo ultimo que me había dicho Dylan.

¿Que significaba? ¿Que sabía que yo no sabía?...

¿Tendría que ver con Romeo?

Me moví a un costado y gruñí frustrada.




A la mañana siguiente me levante, me estire y me mire al espejo, estaba hecha una maraña, anoche no había podido dormir muy bien, entre sueños me despertaba sin razón alguna y no lograba consiliar sueño alguno.

Romeo no llamo a la puerta ni mando a nadie a que me dijera algo, por lo cual me sorprendí, me cambie y baje a desayunar, esperaba encontrarme con alguno de los D´luna en el restaurante, pero no tuve que esperar a encontrarmelos.

Vi a Romeo en la borda, estaba vestido informalmente, con unas bermudas color azul y una camiseta blanca la cual llevaba desabotonada y dejaba su impresionante torso al descubierto; pero una rubia le coqueteaba, ella iba vestida con una minifalda y un top, sus ojos azules estaban clavados en él estudiandolo con atención y a él no parecía molestarle esa atención.

-Bu- me dijeron al oído.

Yo pegue un brinco y sofoque un grito, esto fue gracioso para Dylan que estaba burlandose de mi.

Le saque la lengua y volví la vista a Romeo y la rubia.

-No te pongas celosa- me dijo Dylan.

-No estoy celosa-

-Si lo estas-

-Que no-

-Que si-

-Que no-

-Que si-

-Callate- dije para terminar con aquella discusión sin sentido.

Pero fue tan gracioso que me empecé a reír y él conmigo.

-No te preocupes, él te quiere a ti- me aseguro.

-No, y si me quiere sera como a una amiga, yo lo quiero a él así- trate de ocultarle un pedazo de verdad y de mentira.

-¿Quiere decir que estas enamorada de mi?- dijo en tono burlón, hizo un puchero muy atractivo.

-Si mi amor ven para aca- le conteste.

Él se inclino y yo me acerqué a él le eche los brazos al cuello y me acerque a él aun más hasta que pude sentir su corazón latir junto al mío.

-Ni loca- le dije al oído burlandome de él como él lo hizo conmigo anoche.

Él me saco la lengua y nos volvimos a reír al unisono.

-Esta bien fuera de broma, ¿Quien es la rubia?- quise saber.

él miro en dirección donde se encontraba Romeo con la chica y luego se volvió a mi.

-¿En realidad no sabes quien es?- pregunto incredulo.

-No- le conteste escructando su rostro haber si la había visto en algun lado.

-Es Alina Maquiel- me contesto.

Alina Maquiel...

Reconocí el nombre por lo que habían dicho las chicas de ayer, que yo no tenía nada que ver con Alina Maquiel, la ex novia famosa de Romeo.

Jadee audiblemente y me aferre al brazo de Dylan, cuando volví la vista a aquella pareja, ella era perfecta, demasiado como para que Romeo se fijara en una chica tan común como yo.

Aquellas chicas tenían razón, yo no podía competir como esa tal Alina......

La mire con resentimiento deseando no haber conocido a Romeo D´luna, pero de otra vez me recorde que yo no sentía nada por él y esta vez tenía razón, yo no podía sentir nada por él, nada, solo una amistad, solo eso, porque ya no era capaz de sentir más amor......





Un poco dramatico no creen, yo no conocía a Alina Maquiel, pero ya la odio, jejeje, no se crean, espero que les guste, gracias por leer, comenten pliss.

Atte: Alejandra.

viernes, 21 de mayo de 2010

Cap.12.Baile.

-¿Que?- pregunto con fingida inocencia cuando cerré la puerta detrás de mi y mirandolo con ira fingida, no podía odiar a un chico con una mirada como la de él.

-¿Por qué no me lo dijiste?-le demande.

Él se rió ante mi molestia y se incorporo.

- No me ha dado tiempo- contesto.

Eso era cierto, él parecía dispuesto a explicarme lo que su primo planeaba, pero Dylna había aparecido en menos de dos minutos, bueno, por lo menos había sido Romeo el que me había visto en toalla y no Dylan, me ruborice al recordarlo y trate de desviar el tema.

-No quiero que él intente nada, porque yo no le voy a corresponder- eso era cierto, me gustaba Dylan, a cual chica no, tenía una imponente presencia, pero yo no estaba para relaciones ahora, además Dylan sería como un hermano, no como un novio.

-Él lo sabe, tuve que contarle-

Me puse aun roja, ahora Dylan sabía de mi trágica historia de amor.

-¿Por qué?- casi me lamente.

-Por si no te habías dado cuenta mi primo es una persona muy receptor, sabe que algo es diferente en ti, que has sufrido mucho y se a molestado tanto como yo- la ultima parte me confundió.

¿Como que tanto como yo?

-¿Que?- le pregunte para que me explicara.

Suspiro profundamente mientras que se acercaba a mi, el corazón me latía con fuerza, aun no me había tocado pero ya sentía la cercanía de su piel, y la reacción que hubo en mi cunado me tomo de la mano y me guió a la cama y me sentó a su lado.

-Cuando nos vimos en el café la primera vez, pues me sorprendió la reacción....bueno, lo que se disparó en mi, fue como un sentimiento de protección, me preocupe demasiado cuando saliste corriendo, y cuando supe que mi propio hermano te había hecho esa cobardía tenía ganas de que sufriera más que tu, y hoy en la mañana con esas personas murmurando cosas sin sentido, me dio miedo que te bajaras en la primera parada y ya no qusieras tener anda que ver con un D´luna- me explico con su mirada clavada en mis ojos, tratando de anticipar mi reacción.

Yo solo lo mire....

No quería contestar nada, porque no sabía ni que contestar, solo era consiente de la forma en la que me miraba, de que tenía su mano entrelazada con la mía, de que unas ganas que me gritaban por dentro

-¡Besalo!- me gritaba a mi misma.

-No, en menos de media hora vas a salir con su primo- me gritaba mi lado más razonable.

-¿Que importa el primo? él es el que te importa no?- me volvía a gritar.

Ese era el problema, no sabía si Romeo me importaba, algo me gritaba que él era para mi, pero mi sentido común me gritaba más fuerte que mi corazón ya estaba destrozado, para que destrozarlo dos veces...

-Tienes que cambiarte- pareció darse cuenta de que no iba a contestar.

Se levanto, se inclinó y me beso en la frente después sin dar media vuelta se marcho.

Si mi corazón ya estaba roto ahora no quedaba nada de el, era una tristeza cálida, dulce que se sentía en mi pecho debastando mi alma y torturandome.

Una lágrima me rodó en la mejilla.

¡Estúpida!- mis dos sentidos me gritaron, por primera vez estando de acuerdo.

Me levante y me mire en el espejo, mire el vestido negro de baile que mi madre me había comprado y me lo puse, me puse mis zapatillas y me arregle un poco.

Volvieron a tocar y yo fingí una sonrisa al abrir la puerta.

-Hola- me saludo Dylan deslumbrandome con su sonrisa.

-Hola- no me obligue a fingir más, él tenía el poder de hacerme sonreír.

-Lista- me dijo mientras me ofrecía el brazo.

Yo lo tome y cerré la puerta detrás de mi.

Llegamos a la pista de baile del barco, era musica de salsa, genial, mi fuerte, en cuanto entramos Dylan acaparo las miradas de las codiciosas solteras, pero hoy estaba conmigo, me pregunte que estaría haciendo ahora Romeo....

No perdimos tiempo, me tomo de la mano y me condujo al centro de la pista.

El cha, cha, cha era contagioso, Dylan era un excelente bailarin, yo tenía lo mio, pronto las parejas nos abrieron espacio, yo me sumergí en la musica para olvidarme de todo, pronto fuimos solo nosotros dos los unicos ahí, los demás nos observaban, el baile estaba apunto de terminar, de un ágil deslizo puso su mano en mu cintura me levanto y terminamos abrazados, yo respiraba con dificultad, y mi corazón latía a cien, para no perder el equilibrio tuve que poner mi mano en su pecho, comprobé su corazón latía igual.

La gente rompió en aplausos y yo sonreí a Dylan.

Cuando nos ergimos no me soltó la cintura, yo salude tímidamente a la multitud mientras que otro son volvía a sonar, las parejas entraron en la pista yo Dylan me saco de ahí.

-No me malinterpretes, pero me encanto lo que acaba de pasar- me dijo sonriente.

-Si, me he divertido mucho- le fui sincera.

Nos fuimos a cubierta, la noche me golpeaba con su belleza, la luna se reflejaba en la negrura del agua y las estrellas la galardonaban en el cielo igual de negro.

Nos recargamos en el barandal y mire abajo, despues aparte la vista, me imagine callendo ahí y me dieron nauseas.

-No sabía que bailaras tan bien- comento Dylan.

-Se me da, mi madre fue bailarían pero prefirio dirigir una empresa- le conte.

-Mi padre me a dicho que tengo que seguir su ejemplo, seguir en su empresa, con el reinado D´luna- contesto mirando a la negrura del mar.

-¿Y tu que quieres hacer?- le pregunte yo con voz compasiva.

-Yo quiero ser fotografo, viajar por el mundo retratando los bellos paisajes de la naturaleza- me dijo mirandome.

Sus ojos eran identicos a la noche, negros, pero con estrellas estampados en ellos.

- Sigue tus sueños- fue lo unico que le pude decir.

él me dedico una sonrisa torcida.

-Eso are- dijo volviendo la vista al cielo.

Estaba segura que él y yo llegaríamos a ser muy buenos amigos, lo sabía, pero no sabía si yo y Romeo podríamos ser solo eso.





Hoy estaba inspirada, la verdad yo me imaginaba esta historia diferente, pero e superado mis espectativas de mi mis con estos cambios, espero que piensen lo mismo, gracias por leer.

Atte: Alejandra

jueves, 20 de mayo de 2010

Cap.11. Cita


-Hola- me saludo al pararse a un metro de mi.

Su figuro alta me tapo el sol, me levante los lentes de sol para poder verlo bien; figura como aquella solo la puede tener un levantador de pesas, era un dorso de envidia, sus biseps y triseps eran muy marcados y sus piernas torneadas....

-Hola- le conteste bajando de nuevo los lentes.

-¿Que pasa?- ash otra vez iba a acerlo.

-¿Por que tiene que pasar algo?- dije despectiva, fingiendo no saber de que hablaba.

-Lo sé, además las oí hablar- dijo mirando a las glamurosas mujeres que nos seguían mirando.

-¿Que te dijeron?- le pregunte con voz ahogada.

él sonrió cunado yo le di la razón al preguntar.

-No se hagas caso, son unas arpías- me contesto.

Se acerco a mi y se sentó a mi lado, me miro y levanto una mano a mi dirección, no se con que intensión.

Me tense de inmediato.

-¿Quienes son unas arpías?- pregunto Romeo detrás de nosotros.

¡Bendito Romeo!

-Nadie- no quería que se intentara de las murmuraciones de la gente.

Lo miré y me quede impactada.

¿Era genetico ese cuerpazo de modelo?, Romeo llevaba unas bermudas a la rodilla pero llevaba el dorso descubierto, me quede embobada mirandolo de arriba a bajo, sus musculos, sus hombros, sus brazos, todo....

-¿Has escuchado lo que están diciendo de Sol?- y el primo tenía que echar mi intento por la borda.

-Si- dijo con voz sombría.

Tomo asiento junto a su primo y me miro.

-No quiero que hagas caso de ese tipo de personas ni de comentarios tan absurdos como esos- me dijo seriamente.

-Esas personas no tienen vidas- se quejo Dylan.

Romeo me miraba de una forma tan protectora y Dylan, parecía una leona protegiendo a su cachorro.

-Estoy bien, además ellas no me hacen nada con sus comentarios- les asegure.

- Mientras que estés con nosotros estaras protegida, aunque sea una cosa minima- dijo Dylan mirando a Romeo, el cual asintió y me miro.

Esa palabras me dieron una seguridad grande, aunque ellos nos podían de protegerme de mucho....

-Gracias- fue lo único que les dije.

Tenía la mirada fija en las muchachas, las cuales me miraron desafiantes y después se fueron, yo sonreí ante ese ademan y volví la vista a los dos chicos que ahora según ellos eran mis protectores: pero ya no pude apartar la vista, eran tan pero tan, eran un bombón.

Romeo era totalmente diferente a su primo, pero los dos eran realmente impresionantes, ahora se porque tenían locas a todos las chicas solteras del barco y hasta las comprometidas....

Toda la tarde trascurrió de una forma agradable, los tres platicamos, jugamos bolibol, nadamos en la piscina, jugamos ajedrez, Dylan me destrozo en el ajedrez y eso que soy magnifica, pero él resulto ser mejor.

Odiaba descubrir como me había equivocado con Dylan en el principio, así que encontraría una forma de disculparme con él.

Subí a cambiarme a las 7 de la tarde, faltaba media hora para que empezara la función y había quedado con Romeo de ver la pelicula.

Me volví a duchar, pues había estado todo el día muy activa y necesitaba relajarme, me envolví en la toalla, porque tocaron la puerta.

-Hola- saludo Romeo del otro lado.

Y cerré la puerta de un golpe, estaba solo en toalla.

-¿Que pasa?- pregunto tocando de nuevo.

- Nada, espera solo un minuto- le grite cambiandome a toda velocidad.

Espero pacientemente mientras yo me cambiaba, me apresuré a volver a abrir.

-Perdón- le dije mientras le sonreía- ¿Ya es hora? contaba con media hora más- le dije mirando el reloj de caoba de la pared.

Él sonrió y me miró con sus ojos color esmeralda turbados, pero felices, como si estuviera haciendo un sacrificio muy grande y se sientiera bien por ello.

-¿No te a llamado Dylan?- pregunto.

Yo ladie la cabeza e hice una mueca de curiosidad ¿Porque tenía que llamarme?.

-Aun no pero ¿Por qué...- no pude terminar mi pregunta porque él en un ágil movimiento entro en el cuarto y se puso detrás de la puerta.

Yo lo mire aun más confundida, después sacudí la cabeza y mire al corredor, donde venía Dylan caminando hacia mi habitación, me sonrió y pude ver su brillante sonrisa desde el corredor, no tuve más remedio que devolvercela.

Volví a atontarme un poco, epro ya estaba un poco más acostumbrada a la forma en que él me deslumbraba, a lo cual no estaba acostumbrada era en los hermosos ojos esmeralda que me martillaban la espalda desde detrás de mi puerta.

-Hola Sol- su sonrisa se ensancho más al pronunciar mi nombre.

-Hola Dylan ¿Qué haces...- y otra vez no pude terminar la pregunta porque él me interrumpió.

-¿Te gustaría ir hoy conmigo al bailar?- abrí mis ojos tan grandes que temí se salieran.

¿Dylan D´luna me estaba invitando a salir?

-¿Yo?- le pregunte como si no hubiera escuchado bien.

Soltó una carcajada baja y me miró con sus ojos negros traspansado los míos, volviendo a leer mi mente.

-Si tu-

-Estem- no sabía que decir, mire a la puerta y casi la fulmine con la mirada, él sabía esto y no me lo había dicho.

-He quedado con Romeo de ver una pelicula- trate de salirme con la tangente....

-Ya lo hable con él primero, dice que te diría que lo dejaran para otro día-

¡¿Qué hago ahora?!

-En ese caso creo que esta bien- me rendí siendo incapaz de decirle que no a esos ojos que al principio me parecían fríos....

-Genial, vendré en media hora- dijo, me dedico una sonrisa más y me dio la espalda.

Suspire y me volví a mi habitación, cerré la puerta y mire a Romeo que ya se había instalado en un sillón donde pudo escuchar toso y ver sin ser visto...

Me sonrió como un niño que hace una travesura y acaba de ser descubierto.....

Le fruncí el ceño mientras lo miraba a los ojos, desean que hubiera sido él el que me llevara a bailar...





No sabía que escribir, porfa no me odien por hacer parecer lo que no es pero que si es, tendrán que seguir leyendo para saber que pasa, por ahora, comenten si, diganme que les pareció, si les gusta o no o simplemente una sugerencia.

Los quiero y gracias por leer :D

Atte: Alejandra.

martes, 18 de mayo de 2010

Cap.10. Vanidad.

Invitar a Dylan a comer con nosotros no fue una buena idea a la vez y a la vez no.

Resulto ser una persona realmente encantadora, y aunque no quisiera me hacia reír y seguía leyendo el pensamiento, eso me estaba poniendo nerviosa....

-Disculpenme- dijo Romeo cuando se levanto y se fue al baño.

Trate de desviar la mirada o entretenerme en algo, cuando me atreví a mirarlo descubrí que me observaba.

-¿Qué?- le pregunte.

-Nada- contesto.

-Dime como lo haces- le demande.

Puso cara de inocente.

-¿De que hablas?- dijo con el sonido de voz que a cualquiera le partiría el corazón.

-Leerme el pensamiento ¿Cómo lo haces?- le volví a preguntar.

-No es nada de difícil, eres la persona más sincera que e conocido- me contesto.

-¿Qué?-

-Si, tu rostro y tus ojos lo dicen por tu, e tenido que ser un buen lector de gestos que hasta puedo oírte, se que al principio pensaste que era un idiota- me explico tomando un poco de soda y después me sonrió.

-No lo pensé con esas palabras, pero no te preocupes lo sigo pensando- lo imité al tomar un sorbo de soda y después le sonreí con indulgencia.

-¿Enserio?- pregunto extrañado.

-Si- trate de mantenerme firme.

-No lo piensas completamente- dijo convencido.

- Deja de hacer eso- casi el grite irritada- no me gusta.

Él se burló de nuevo.

-No es mi culpa, deja de ser tan clara y ya veremos- dijo antes de pararse.

-¿Te vas?- le pregunte.

-Te irrito, es mucho por hoy de mi parte, nos vemos mañana- dijo antes de guñarme el ojo y marcharse.

En este momento odiaba a la familia D´luna, ¿Porque tenía que ser Dylan un D´luna?, saque la lengua en la dirección por la cual se fue Dylan y por la cual se aproximaba Romeo.

-¿A donde fue Dylan?- pregunto antes de tomar asiento.

-No se creo que se a aburrido conmigo- aburrido era lo contrarió a loq ue hizo ese chico conmigo.

-¿Contigo? no creo- dijo meneando la cabeza.

-¿De que parte es Dylan tu primo?- pregunte para que no siguiera interrogandome.

-Su padre era hermano del mío, solo que Robert se a venido a aquí a poner una empresa asociada con la de mi padre, Dylan nació en Venecia, pero no duro ahí ni su primer año de vida- me explico.

-A mi me hubiera gustado crecer en un lugar como Venecia- murmure para mi misma.

Me imagine creciendo como una italiana, sin que Brad se hubiera cruzado en mi camino, solo conociendo a Romeo, pero luego desterre esa idea de inmediato, si hubiera nacido en Italia no hubiera conocido jamás a mis padres, a Norma, no hubiera vivido momentos inolvidables....

Romeo solo me sonrió.

Odiaba eso, porque me quedaba con  boba mirandolo por unos segundos mientras que mi razonamiento trataba de vencer a la niebla de mi conciencia.

-¿Te ha caído bien Dylan?- me pregunto dejando a mi razonamiento libre de salir, lo cual le agradecí.

¿Pero que le diría? ¿La verdad? ¿Como me caía realmente su primo?.

-Es muy interesante- fue lo único que me atrevía a decir.

él se rió de mi.

-Es como un hermano para mi-

-Se nota que se llevan bien-

-Si-

Nos quedamos en silencio por un momento, cuando me llego a la mente lo que me había dicho Dylan.

-¿Crees que soy muy fácil de leer?, ¿Me refiero a que tu sabes, a que pues, si es fácil saber lo que pienso?- me sentí una tonta preguntando eso.

Hizo una mueca y me observo.

-En ocasiones-

Torcí la boca en una mueca no muy satisfecha.

-¿Quieres ir a el cine esta noche?- pregunto Romeo.

-¿Cine?-

-Si, hoy ahí una comedia romantica, eso creo, podemos ver otra cosas si quieres- se apresuro a decir.

-Esta bien- le conteste, no sonaba nada mal.

-Tengo que hacer unas llamadas y unas cuantas cosas, nos vemos luego- dijo cuando se levanto y se marcho.

Me quede sola en la mesa del restaurante, observe a mi alrededor y vi que muchas chicas tenían la mirada fija en la espalda de Romeo, después se volvían a verme a mi y a murmurar.

Eso me molesto, no que murmuraran de mi, sino que lo vieran de esa forma, vi como una chica de pelo ondulado, largo y rojizo lo miraba con sus cafeces con curiosidad e interes, como un león a su presa, estudiando cada uno de sus movimientos.

-Son los primos D´luna- oí a alguien susurrar.

No me moví para poder oír.

- Son tan guapos- le contesto otra.

-Si, a mi me encanta Romeo-

-Su primo no esta mal-

-¿Quien sera esa?-

Me irrito en la forma en la que lo decían, como si yo no fuera digna de la compañía de los D´luna.

-No creo que sea algo muy importante, ¿Ya te has fijado?, nada que ver con Alina Maquiel, ¿La has oído cantar?, además es preciosa, bueno no tanto como yo- ash, esa chica en realidad me irritaba.

¿Y que si yo no soy italiana?, ¿Ni hermosa? ¿O famosa?, simplemente soy yo.
Apreté los dientes con rabia y me levante sin mirar quienes eran, me puse los lentes de sol y trate de salir con la mayor dignidad posible.

Las lágrimas de rabia y verguenza salieron cuando me encontraba corriendo a mi habitación, abrí rápidamente y me lance a la cama donde llore un poco.

¿Quienes se creían esas chicas para hablar de mi?.

Esa misma pregunta fue la que me lleno de valor, yo era una chica linda, no expectacular, como aquellas que salen en las revistas y ese tipo de cosas, pero si bonita de una forma en la que ellas no entenderían.

Me seque  las lágrimas de las mejillas, fui al ropero y busque en una pequeña bolsa de Gucci.

Mire el bello traje de baño que me había comprado, era de un color verde esmeralda, con una marcada V en el busto y descubierto de atrás.

Me miré al espejo cuando me lo puse y me sentí la mujer más bella, levante la barbilla y me mire a los ojos.

Salí dispuesta a ir a la alberca, donde todos se divertían y tomaban el sol, encontré un buen catre y me senté, mire a todos lados y me encontre con los ojos negros de Dylan mirandome al otro lado de la piscina, hablaba con dos chicas pero era obvio que no les prestaba atención.

él se disculpo sin esperar a que ellas le respondieran y vino a mi.

Yo sonreí abiertamente ante mirada fulminante de las dos chicas que lo observaron venir a mi.





Espero que les agrade, comenten para saber que les aprecio.

lunes, 17 de mayo de 2010

Cap.9. Primo.


¿Qué de debes de poner para la comida en un crucero de lujo?, un vestido es muy serió, así que descarte esa posibilidad.

Me había duchado y ahora trataba de desifrar que usar, desempaque todo para poder ver bien, pero había salido con todo mi guardaropas.

Al final me decidí por un short color caqui y una blusa azul de manga corta, unas sandalias y mis lentes de sol, me cepille el pelo hasta que quedo completamente lacio y lo deje suelto.

Tocaron a la puerta con los nudillos y sin dudar abrí, porque ya sabía quien era.

Suspiré y abrí los ojos para poder verlo, pero me desepcione al instante.

Ese chico no era Romeo, en realidad no lo había visto en toda mi vida, sus ojos era de un color negro a zabache  demasido negros, como los de los tiburones, pero brillaban como las estrellas, su pelo caía sutilmente sobre su frente y su sonrisa era segadora.

-Disculpa- dije mirandolo a los ojos tratando de saber que pretendía.

Pero sus ojos eran frío como el hielo.

- Hola- y su voz igual de fría.

Carecía de emoción alguna, era como una roca y tenía el aspecto de una roca, era alto, igual que Romeo y su composición musculosa, se esos chicos que solo te encuentras en las portadas de las revistas.

- ¿Te has perdido?- esa era la única excusa que se me ocurría para que este chico estuviera parado a mi puerta.

-No-

Eso me irrito, entonces ¿Que diablos quería?.

-Solo vine a decir hola- pareció leer mi mente.

Abrí los ojos ante su respuesta y él se rió de mi, eso me sorprendió aún más, me sorprendióq ue un hombre con una apariencia como él se pudiera reír.

-Ya lo has dicho- le dije irritada.

Estaba apunto de cerrarle la puerta en su nariz pero el habilmente metió el pie entre la cerradura y me impidió cerrar.

- Mi nombre es Dylan- se presentó amablemente.

Suspire derrotada y trate de ser amable.

-Soy Sol- me presenté lo más amable que pude.

Y él se volvió a reír y me volvió a irritar, así que ya no trate de ser amable.

-¿Que es tan gracioso?- quise saber, no eso es suave, le demande saber.

Él se callo de inmediato.

-Yo- admitió.

Yo arquie las cejas y él me miro, después se volvió al pasillo.

-Soy un idiota- murmuro.

-Al fin lo reconoces- le conteste.

Yo me reí y absurdamente él se unió a mis risas, era raro escucharnos, como su risa era armoniosa y la mía parecía que un gato se estaba ahogando.

-¿De donde eres Sol?- pregunto cuando nos se termino de reír.

-Soy de New York- le constes.

-Soy de Chicago- dijo sin esperar que yo le preguntara de donde era.

-Pensé que eras de Alaska- le fui sincera, pues se parecía mucho a un oso polar.

-Si, mucha gente piensa eso- se lo tomo muy a la ligera, otra vez leyendo mi mente.

-¿Dylan qué?- le pregunte nomas para desviar mi incomodidad.

Él hizo una mueca, pero después comprendió a que me refería.

-Dylan D´luna- al escuchar su apellido me quede boquiabierta.

-¿Eres eres, algo de Romeo D´luna?- logre preguntarle.

Sus ojos negros se turbaron y luego otra sonrisa segadora cruzo su rostro.

-Si- respondió.

-Es mi primo- dijo Romeo que estaba detrás de él.

Dylan se volvió a Romeo y le saludo.

-Cuanto tiempo- le dijo cuando lo abrazo.

-¿Quien diría que nos encontraríamos aquí?- pregunto Romeo sorprendido- Fui a Chicago pero no te encontre, me dijo Jess que estabas en California.

-Si pero he venido al crucero con intención de ir a visitarte, ya sabes cuanto me desagradan los aviones- le contesto Dylan.

Yo solo miraba anonadada aquel reencuentro, Romeo me miro y me sonrió.

-Ya has conocido a Sol- dijo.

-Si, muy amable la chica- dijo burlón Dylan.

Yo instintevamente le saque la lengua y los dos soltaron una carcajada.

-¿Nos acompañaras a comer?- le pregunte apresuradamente.

-¿Si no les molesta?- dijo.

-Claro que no, tengo muchos años que no te veo, desde que teníamos 14 años- se apresuro a decir Romeo.

-¿Bajamos?- me ofreció el brazo Dylan.

Yo hice una mueca.

-Bajemos- dije pasando a su lado y adelantandome.

Oí como soltaron una carcajada los dos y me siguieron.


¿Quien diría que me encontraría con el primo de Romeo ahí? ¿Quien diría que Dylan sería tan duro e irritante y a la vez divertido y encantador?.



Hasta yo me sorprendí, ni sabía que Romeo tendría un primo, por eso me encanta escribir, jejeje, espero  que les guste.

Atte: Alejandra

domingo, 16 de mayo de 2010

Cap.8. Crucero.


-O Dios mio- grito sujetandome por la cintura y dandome vueltas en el aire sin parar.

-Oye- le dije riendo.

Él soltó una carcajada y después me deposito con cuidado en el suelo.

A su lado me sentía una niña pequeña, y eso era realmente raro, pero sus ojos me daban una seguridad que nunca había sentido.

- Paso por ti a las 7 de la mañana- dijo con la sonrisa más feliz que vi en una persona.

Me puse un poco nerviosa por como les diría a mis padres sobre que me iría en una embarcación con el hermano gemelo de mi amor perdido que acabo de conocer hace dos días, pero me dejo de importar ya tenía la mayoría de edad además no los tendría al tanto de mi vida en Florencia.

-¿Tengo que empacar para la playa?- pregunte sonriendole.

-Es el crucero más asombroso, lo e pagado para nosotros dos- dijo volviendome a alzar.

-¿Para los dos?- eso me dijo que pensaba que yo me iría con él.

-Bueno para mi amigo y yo, es el mejor pero se ha enamorado, según él-me explico y resulto de lo más encantador cuando tartamudeaba y se combinaba con su acento.

- ¿Alguna vez te has enamorado?- le pregunte mirandolo a los ojos.

De inmediato me tense y me arrepentí de haber preguntado, tal vez no quería saber la respuesta.

Él me miró tan intensamente y sus ojos brillaron a la noche como otra de las estrellas.

- Solo una vez, pero no fue amor, era una ilusión siniestra que me empaño los ojos, sentía algo, claro, pero no fue eso que se espera, como lo describen en las miles de novelas, no eran los brillantes fuegos artificiales cuando la besaba, no era lo que estaba esperando- me quede anonadada al escucharlo hablar así, tan profundamente, tan lírico.

Me quede sin aliento y no pude reacción al instante.

-¿Y que es lo que esperas?- dije ahogada.

Él me miro de una forma que no pude interpretar.

-Todavía no lo descubro- me murmuro.

Y más aturdimiento.

Me miro por un rato más y pude sentir como se inclinaba más y más, ¿Me iría a besar?, lo pero era que yo me puse de puntillas para ello inconcientemente, podía sentir su aliento en mi nariz.

Pero se alejo y me sonrió.

La desilusión cruzo mi rostro, en cuanto deje de sentir su escorial presencia cerca de mi.

Habría echando mis brazos al rededor de su cuello y atraerlo así mi para besarlo, pero no lo haría, porque así echaría a perder toda la coraza que yo misma me había impuesto para protegerme, aunque fuera lo que más desiara en ese momento.

-Es hora de que entre- murmure.

-Si, es lo mejor- dijo irgindose por completo y reullendo mi mirada.

Me encamine a la puerta del edificio, después me volví para poder verlo, no porque quisiera, sino porque mi cuerpo me pedía verlo, me pedía su cercanía para poder estar bien.

Mientras subía a mi apartamento me di cuenta de que mis mayores miedo estaba apareciendo con cara de tentación, Romeo me destrozaría el corazón, pero ¿Si mi corazón estaba roto ya?, todas mis defensas se estaban desmoronando mientras abría la puerta la puerta del apartamento.

No se si Romeo sentía algo por mi, pero yo debería de dejar mis emociones bajo llave, al igual que mi corazón.





El sol apenas quería salir, pero perezoso le gané, mis maletas estaban hechas y todo en mi habitación en su lugar, era la última vez que estaría ahí en toda mi vida.

La sensación de pánico que sentía ante un futuro incierto era tremenda, pero logre controlarme antes de que tocaran a la puerta, seguro era Romeo.

Mis padres habían pasado toda la noche diciendome que no querían verme partir, por lo cual nos despedimos en la mañana, bueno, no era un adiós rotundo, sino un solo hasta luego, yo siempre odie despedirme de las personas que quería, como de Norma, la cual en silencio lloro y me dijo que tenía que ir a California para visitarla a ella y a Cristofer, así le pondría a su bebe.

Abrí la puerta apresuradamente, Romeo estaba del otro lado sonreindome, me pregunte si este chico alguna vez se sintió enfadado.

-¿Lista?- pregunto.

Yo trague saliva antes de contestar.

-Si-

En silenció cerré la puerta, pero me detuve para poder ver la sala, la pequeña mesa en las cuales mis padres en la mañana me resivian y pude ver el rostro de mi madre asomarse, con lagrimas en las mejillas y tratando de sonreír, le devolví la sonrisa y cerré la puerta.

Romeo me ayudo con las maletas, no había dicho nada aún y yo no pensaba romper el silencio, había miles de emociones en mi pecho, unas buenas y otras no tanto, sentía mi corazón apachurrado como una pasa y mi cabeza me daba vueltas.

Romeo no me mintió con el mejor crucero del mundo, este no le envidiaba nada al Titanic, solo que esperaba este no se hundiera, todo lujo, cuando llegamos a la entrada no tuvimos que hacer linea.

- Buenos días joven D´luna y su encantadora compañera, sus camarotes están listas- dijo el señor de la entrada.

¿D´luna?.

- Muchas gracias- dijo educandamente Romeo, antes de poner una mano en mi espalda y encaminarme hasía dentro.

No esperaron a tomar nuestras maletas y saludarlo por su supuesto apellido Sr. D´luna.

Mi camarote era digno de una estrella de cine o de la alta sociedad, una cama descomunal de un edredón dorado y blanco, con muchos cojines, un tocador enorme de madera tallada y alfombras de color mate, el baño era más grande uqe mi habitación en mi apartamento, tenía una ducha y una tina, además de un lavavo de mármol blanco.

-Dios mio Romeo, esto eso.- me quede sin palabras de lo impresionada que estaba.

-Esto es tu camarote, el mío esta hasta el fondo de este mismo pasillo, relajate y nos vemos para la comida- me dijo sonriendo.

Se fue y yo me quede para ahí en la puerta, mis maletas ya estaban ahí y todo listo para mi estancia.

Entré y me senté en la cama, la cual estaba realmente cómoda, me puse a pensar en quien en realidad era el chico con el cual me había embarcado.

Al parecer era Romeo D´luna, pero ¿Quienes eran D´luna?, para costiarce un crucero como este tenían que tener dinero y todo el mundo aquí lo trataba como si fuera de la realeza.

¿En que te metiste Sol?, me pregunte a mi misma.






Hahaha, D´luna nisiquiera se si existe ese apellido, pero bueno, a mi me encanta y espero que a ustedes también, gracias por comentar y leer, en realidad pareció mucho eso, aunque una persona o 100 personas lo lean es lo que me inspira y me motiva para seguir escribiendo.

Gracias

Atte: Alejandra

viernes, 14 de mayo de 2010

Cap.7. La mejor cita.


El restaurante era uno de los más finos en la ciudad, Romeo espero pacientemente mientras mis padres lo atacaban con preguntas para que yo me pudiera duchar.

Las velas y los candeladros adornaban alrededor y Romeo llamo la atención del gerente y de tres meseros en cuanto entramos.

Era obvio que él era conocido ahí o por lo menos importante para el restaurante.

-¿Y eso que fue?- le pregunte ya cuando el gerente y los meseros se fueron.

Él clavo la mirada en mi y después sonrió como si hubiera encontrado algo en ellos.

-¿Qué?- pregunto.

-¿Como es tu familia?- le pregunte para dejar el tema.

-Son los mejores, mi hermana Teresa es mayor que yo por 3 años, la amo, mis padres, bueno fueron los mejores, amorosos y cuidadosos, nunca me dejaron solo- su voz se hizo triste.

-¿Fueron?-

-Si, ellos murieron en un accidente en Alemania, durante un viaje de negocios de papá- sus ojos brillaban con un sincero dolor.

-Lo lamento tanto- un instinto en mi se disparo, quería protegerlo, decirle que todo estaría bien.

Que bobo, yo que parecía una muñeca de trapo a su lado no podría protegerlo de ninguna forma.

-Esta bien, me queda su recuerdo- me dijo.

-Tus padres son encantadores- comento.

-Si, aunque tenga mucho trabajo en la oficina siempre encontraron un lugar para mi- los extrañaría mucho cuando me fuera a Italia.

-¿Te irás mañana a Italia?- pregunto.

-Si, el avión sale en unas cuantas horas, en realidad viajar no se me da eso de viajar, me estresa mucho los aviones y eso- me dio un escalofrió.

él sonrió abiertamente y sus ojos brillaron como esmeraldas.

-¿Qué?- quise saber ante su mirada.

Este chico me ponía de nervios, era realmente guapo, tenía algo que Brad nunca tuvo.

-¿Que te parece ir en barco?- pregunto.

En barco, era una idea tentadora y tenía todo el verano para disfrutarlo, tal vez un crucero.

-Eso suena bien- dije cavilando esa posibilidad.

-El mio parte mañana en la mañana, un amigo me a quedado mal y tengo el boleto libre- me informo esperanzado.

¿Me estaba ofreciendo que me fuera con él en un barco?.

-Si te gustaría ir, yo encantado- parece que me leyó el pensamiento.

-¿Lo dices enserio?- le pregunte incredula.

-Si-

-Dejame pensarlo- fue lo único que le dije.


No tardaron mucho en traer nuestra comida, la velada resulto de lo más encantadora, fue realmente relajante, Romeo resulto una compañía ecepcional, me hacía reír, sentirme libre de ser yo misma, no pasaba por alto ningún detalle y me pregunto todo acerca de mi, de mi familia, de mis pocos amigos, y al final de mis novios.

-Solo uno- susurro sin poderlo creer.

Lo peor de eso era que fue su hermano gemelo, al cual aunque estuviera en la compañía de él, no podía olvidar.

Resultaba curioso darme cuenta de que su recuerdo se volvía un poco más lejano cuando pasaba el tiempo con Romeo, pero cuando volvía a estar sola me hundía, quería tener a Romeo a mi lado como una analgesico para el dolor.

- ¿Sabes?, algún día se dará cuenta de lo que hizo al perder a una persona como tu- dijo con voz dulce- y ya será demasiado tarde.

-Eso espero- no esperaba que se arrepintiera, sino que lo olvidara pronto.

Mire el reloj y me di cuenta de que ya era muy tarde, lo mire y después él miro el reloj de oro que tenía en us muñeca.

-tengo que llevarte a casa- dijo poniendose de pie y estirando una mano para que yo la tomara.

Vacile un poco en tomarla pero la sostuve, dejo el dinero en la mesa y me di cuenta que eran 300 dolares.

Mientras saliamos me soltó la mano y me tomo por la cintura, su contacto no me molesto para nada por lo cual no lo aparte, peso si sentí la corriente electrica que corría por todo mi cuerpo, desde el pelo hasta la punta de los pies.

Nos subimos al hermoso Auston Martin y arranco el motor.

Pensé que me llevaría a mi casa, pero en vez de eso me llevo al centro de Manjathan.

-Pensé que me llevarías a casa- dije mientras se bajaba del auto y rodeaba para abrir mi puerta.

-Si, pero no me puedo ir sin comer una salchicha de New York- fingió horror.

Yo reí y le di la mano.

Paseamos por las calles de Manjathan, las luces de la ciudad resulataban hipnotizantes, Romeo me parloteaba acerca de unos cuantos libros de nuestro interes pero yo no le hice caso, pues no podía apartar la vista de eso bellos ojos, eran como, esmeraldas, mejor que las esmeraldas, mucho más preciosos.

-Ahora si, eso hora de ir a casa- dijo cuando llegamos de vuelta al auto.

No dije nada mientras volvíamos a casa, seguía pensando en esto que acababa de suceder, nadie me había tratado así.

-Bueno, fue la mejor velada que he tenido- dijo al aparcar delante de mi edificio.

Me ayudo a bajar, tomo mi mano y vi la indecisión en sus ojos, no quería soltarme y yo no quería que lo hiciera.

Esa noche floreció algo en mi, mis heridas se empezaron a sanar, no quería que se fuera esa sensación.

-Adiós- susurro.

-Adiós- le conteste con un nudo en la garganta.

Soltó mi mano a regañadientes y me dio la espalda.

-Romeo- le grite.

Él volví su rostro hacía mi.

-¿Sigue en pie la oferta del barco?- le pregunte sonriendo.






Hoy ando de lo más inspirada, pensé en mi cita ideal y me gustaría que fuera así ¿Y a quien no verdad?.

Bueno comenten, porque así se que les gusta o que no les gusta, además es una inspiración más.


Gracias.

jueves, 13 de mayo de 2010

Cap.6. Perdidos.


-Lo has logrado mi pequeña- exclamo mi madre cuando me reuní con ellos entre el gentio del patio.

- Lo sé- le conteste entre lágrimas.

Ahora que todo había pasado podía sentirme un poco feliz y emocionada por el hecho de que ya había terminado una etapa tan importante de mi vida.

Mire sobre el hombro de mi padre espero ver a Romeo sonriendome desde el árbol en el cual lo había visto, para mi desilusión no había nadie ahí, pero si vi una pequeña nota doblada al alcance en una rama.

-Disculpen- les dije a mis padres mientras caminaba entre el gentío.

Llegué al árbol y cogí la nota en la cual estaba escrito con una caligrafía impecable lo siguiente:


Estaría encantado de invitar a la bella chica a cenar esta noche, pasare a las 8 de la noche por su apartamento.


Romeo.


Suspire y guarde la nota en mi cartera.


Norma se iría con sus padres y papá y mamá me invitaron a comer, era la ultima comida que compartiría con ellos así que acepte, yo me atrase porque tenía que salir del estacionamiento, nunca había bajado la velociadad de mi mercedes ha 2 kilometros por hora, así que me exaspere y decidí ir por un camino diferente.


Fue una mala idea, mi mercedes no era un 4 x 4, y el terreno era pantanoso, no faltaba mucho para llegar a la carretera principal, pero mi vehículo se estanco en un charco de lodo.


Solté una palabrota mientra me bajaba a verificar que había pasado.


Al ver que no podría con esto trate de llamar a mis padres, primero trate con el de mamá, pero estaba apagado, intente llamar al de mi padre pero estaba igual.


-Genial, enhorabuena decidieron apagarlos- grite recordando que muchas veces me dejaron de prestar atención por sus malditos celulares.


Llame a Norma, pero sabía que no podía venir así que colge antes de que contestara.


No tenía nadie a quien llamar, me senté frustrada y cerré de golpe la puerta.


Lo peor es que estaba sola.


Me recosté y resople para que un mecho suelto se apartara de mi cara.


Me puse a contar lo segundo, llegué hasta 1537 y me quede dormida.


Abrí los ojos de golpe al escuchar unos nudillos golpear mi ventana.


Parpadie un par de veces antes de adaptarme a la luz y después mi sobresalte.


Mire por la ventana y vi que una sonrisa estaba detrás de ella, era la de mi padre.


-¿Estas bien?- pregunto abriendo la puerta.


-Si, solo que el auto se a estancado- le dije bajando.


-He traído una grua conmigo- me sonrió.


No se como me encontró ni como supo que yo estaba ahí peor no importaba, lo abrace mientras veía como sacaban mi amado mercedes.


- ¿Como has sabido?- le pregunte aliviada de al fin salir de allí.


-Brad me lo dijo- me contesto un poco receloso.


-¿Brad?- escuchar su nombre me hacía daño.


-Si, a cambiado mucho- dijo pensativo como si no quisiera decir eso.


¿Como me había encontrado Brad?, ¿Me estaba siguiendo?.


-Habla un poco diferente- dijo papá subiendo al mercedes.


Yo me subí y puse en marcha el motor.


Por su comentario supe quien era.


"Tonta ¿Enserio pensaste que Brad se preocuparía por ti?" me die mientras me golpeaba con la palma de la mano en la cabeza mentalmente.


-No es Brad- le informe a mi padre- Se llama Romeo, es de Italia.


Abrió los ojos como plato y balbuceo.


-Era idéntico- 


Yo sonreí ante la reacción de mi padre.


-Si, son hermanos gemelos, pero es una larga historia papá- le dije.


No estaba muy cómoda contándole eso a mi padre, en realidad era la historia de Romeo y no debía de andar contándola.


-¿Sabes donde estamos?- pregunto mi padre riendose.


Era obvio que estaba perdida y él en realidad si sabía donde estaba vagando.


-No- suspire avergonzada.


Él se rió a carcajadas y me miro meneando la cabeza.


-¿Me lo dirás?- le dije irritada.


-Tal vez- dijo cuando se encogió de hombros.


-Papá- exclame divertida.


-Esta bien, estamos en New Jersey- contesto riendo.


¿Jersey?, ¿Cómo pude llegar tan lejos?, es más ¿Cómo pude perderme en mi propia ciudad?.


Ví que mi padre se reía de mi.


-No te burles- objete enfadada.


-Esta bien, esta bien- dijo pero después soltó una carcajada.


Yo también me reí, miré fijamente el cielo que se estaba obscureciendo.


-¿Qué horas son papá?- quise saber.


- Como 7:45- contesto.


Romeo pasaría por mi a las 8.


Aceleré a fondo el coche el cual protesto con un rugido, pero aun así tarde más de 20 minutos en llegar.


Mamá se encontraba charlando muy cómodamente en el sofá mientras que Romeo se tomaba un café sonriendole.


Entramos papá y yo, mamá nos sonrió calidamente.


-¿Se han perdido?- pregunto divertida.


-Llegamos has New Jersey- contesto papá riendose.


Mamá se rió con él y después miraron a Romeo.


-Creo que tienes una cita hoy- comento papá.


-Si- le sonreí a mi amigo Romeo.














Esta corto, y la verdad no esperaba ahací es cap, estoy un poco decepcionada de mi :S 


Opinen porfa que les pareció este cap?





miércoles, 5 de mayo de 2010

Cap.5 Graduación.

La mañana brillaba, no quería levantarme, este día era el más temido, el día de mi graduación.

Este día renunciaría a muchas cosas, dejaría atrás todo un pedazo de mi vida, dejaría un sueño, dejaría a mi amiga, dejaría a mi familia.

-Buenos días- saludo mamá cuando baje perezosamente de mi habitación.

-Buenos días- me force a contestarle.

-¿Emocionada?- pregunto papá desde el sofá.

-Algo- le conteste.

Fui a la cocina y me serví un plato de cereal, no tenía animos de nada, la graduación sería a la 1 de la tarde y apenas eran las 9.

-Tendré que ir a la oficina antes de pasar a la graduación, cariño- me dijo mamá- pero no te preocupes iré nunca me perdería este momento-

-Esta bien, yo iré sola no se preocupen- estaba pensando seriamente en no ir yo misma, lo unico que me detenía el diploma.

Suspire pesadamente mientras volvía a mi habitación, me metí un rato más en la cama, prendí la Tv y mire a Tom y Jerry perseguirse por una hora más.

Mi celular sonó en la mesa de noche, no tenía apuro en contestar.

-Bueno- dije con la voz rasposa.

-¿Sol?-pregunto una voz del otro lado de la linea.

Me tensé en ese instante cuando mi corazón dio un vuelco.

-Romeo- le susurre confundida.

-Si- por su tono de voz pude intuir que estaba sonriendo.

-Que sorpresa escucharte-

-Lo se, yo estaba llamando a Joham y me has contestado tu- me dijo realmente sorprendido arrastrando las palabras con su acento.

-Estaba esperando que esto pasara- murmurre.

¿Que dije?, ¿La que dijo eso fui yo?..

-Disculpa-

-Nada, pero es sorprenderte escucharte otra vez- yo estaba claramente feliz de escucharlo de verdad- ¿Vendrás a la graducación?- con la simple prespectiva de que él fuera me alegro el día.

-¿Hoy es tu graduación?-

-Si, lastimamente- le conteste.

-Entonces encantado de ir- me dijo.

-Espero y sepas donde es la escuela-

-Si, si se donde queda- conesto.

-Entonces te espero- le dije emocionada por la idea.

-Adiós- dijo antes de colgar.


En cuanto colgo brinque de la cama y busuqe en mi armario el vestido más bonito que tengo, Romeo iría ha la escuela a verme....

El telefono volvió a sonar y yo me apresure a contestar.

-Bueno- dije con demasiada energía en el auricular.

-¿Estas lista?-  pregunto Norma.

-Oh Norma, si ahora mismo bajo- le conteste un poco menos animada de no haber oido la voz que quería escuchar.

- Esta bien- dijo antes de colgar.

Baje con cuidado al bajar con el tacón de aguja, mis padres ya no estaban  en casa así que tome las llaves del mercedes y baje al  departamento de Norma, la cual ya me esperaba entuciasmada.

-No me lo puedo creer ya es nuestra graduación, recuerdo cuando nos conocimos en sexto grado- deje de ponerle atención a mi mejor amiga para poder conducir.

-¿Y tus padres?- le pregunte interrumpiendo su parloteo.

-Se han ido ya- me contesto.

Llegamos al mercedes y lo encendí, salí del parqueadero a la atestada calle neuyorkina.

-Cuando me contestas el telefono, ¿esperabas la llamada de alguien más?- me pregunto mi amiga intrigada.

Yo me encogí de hombros.

-Umm, algo parecido-

Ella no se daría por vencida con ello.

-¿A quien?- volvió a insistir.

Suspire derrotada.

-A Romeo- le conteste en voz baja sonrojandome.

-¿Porque?-

-Me ha llamado por equivocación, le conte lo de la graduación lo invite y el acepto- le conte.

Ella escucho con calma y se llevo la mano al vientre.

Ya tenía tres meses de embarazo y la pansita ya se le empezaba a notar.

- ¿Te iras mañana?- pregunto repentinamente triste.

-Si, ese es el plan-

Ella se quedo callada el resto del camino pensando en las musarañas.

El estacionamiento de la escuela estaba atestado así que tuve que estacionar en el estacionamiento de los maestros, ya todos estaban ahí, nos apresuramos a ponernos las togas negras y los sombreros y a formarnos por orden alfabetico, me toco con los de la letra F por mi apellido Forester, mientras que norma se fue con los de la M por Mendez.

Jenny estaba leyendo su discurso tratando de no mirar a el publico para no ponerse mas nerviosa mientras yo buscaba entre los asistentes a mis padres y a Romeo.

La entrega de diplomas empezo y nos levantabamos por filas para poder pasar por el diploma que tanto habíamos esperado.

La Señora Hope se movía lentamente a comparación por como los alumnos pasaban por su diploma, decía entre diploma y diploma una Felicidades no muy convincente.

-Sol Forrester- nombro el director y yo pase al estrado.

Miré a el publico y vi a mis padres, mamá lloraba emocionada mientras que mi padre la abrazaba y atrás de todo el publico, apoyado en un árbol se encontraba Romeo que sonreía abiertamente.

Tome el diploma y lo levante triunfalmente mientras que le sonreía.

Ahora todo había terminado, ya no tenía nada que me retuviera ahí, aparte de mis recuerdos y mi corazón roto.

La entrega de diplomas termino y todos empezamos a silvar de alegría y los gorros empezaron a volar por el aire, en simbolo de que esta aventura se había terminado.




Espero que les guste hehehe.

:D