Cap.43

Ahora vagaba por los barrios más bajos de New York, seguro tenía la apariencia de un loco, tenía las manos metidas en los bolsillos, ya era tarde, seguro me andarian buscando, había visto la llamada perdida de Dylan y otras 5 de Teresa, pero no contestaria, la noche estaba callendo ya, y los barrios se hacian más preligrosos, yo solo caminaba y caminaba.

-Hey Tu- escuche que me llamaron por detrás.

Perezosamente volví mi vista a ellos.

Eran cuatro negros grandotes, de esos cholos o como se les llame, me estudiaron con la mirada.

-¿Que haces aqui?- preguntaron.

-Eso no es algo que te incumba- le respondí.

-No eres de estos barrios, mira esa chaqueta de cuero, y tus zapatos caros, estoy seguro que en alguna parte de he visto- dijo el más grandote y sonrió peligrosamente.

Y yo me reí, estaba encaando la muerte, si y seguro yo daria el primer paso para que eso sucediera.

-¿Que es tan gracioso he?- pregunto y dio un paso adelante.

-Tu y tu estupidos amigos- le respondí encontrandolo.

Saco un puñal.

-Mira niño rico, conmigo no te metas- dijo y puso la navaja enfrente de mi.

-Atrevete, no me importa, eres un cobarte- Sol, estaré contigo para siempre.

Y un dolor me traspaso el adomen y se fue asiendo mas profundo, sonreí, seguro sería una sonrisa lunatica, pero no importaba, sonreí, tendría una vida nueva, una vida con Sol, ya nada nos separaría.

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Sol:

La vitalidad volvía a mi cuerpo lentamente, sentía como la sangre volvía a correr por mis venas, que ya no me sentía tan cansada, pero mi corazón estaba hecho un nudo, no sabía por que, pero estaba triste como si ese sentimiento era cronico...

-Señorita D´luna- llamaba alguien, no sabía quien, su voz no me era conocida.

D´luna, suspiré, Romeo D´luna, y eso me hizo darme cuenta de que estaba viva que podía sentir y oir el pip pip que hacia mi corazon en la maquina, y como todo se movia alrededor de la cama.

Estaba vida, y lentamente abri los ojos.

-¡Dylan! ¡Dylan!- llamó la voz de Norma.

-¿Norma?- casi logre pronunciar.

-Sol, Oh Sol, estas bien- Norma lloraba, pero no sabía por que, en sus sollozos había tristeza y en sus ojos un toque sombrió.

-¿Romeo?- pregunte y la sensacion de alarma me invadio.

-Sol- me distrajo Dylan tomando mi mano, lágrimas corrían por sus mejillas y sus ojos estaban rojos.

-¿Dylan? ¿Donde esta Romeo? ¿Que paso con Brad? ¿Por que estoy aqui?- las preguntas se atropellaban.

-Sol, tranquila- me dijo y me acaricio la mano- Brad esta siendo procesado al igual que Luke, casi mueres, por eso estas en el hospital- no había respondido a la primera pregunta.

-Dylan, ¿Donde Esta Romeo?- casi grite.

Todos se quedarón callados.

Mire alrededor, no había doctores, nos había dejado solos.

-Sol, estas muy debil, tienes que volver a dormir- dijo Norma limpiadose las lagrimas de los ojos.

-No, no, yo quiero saber donde esta mi prometido, ¿Donde esta Romeo?- cada vez mi corazon se hacia mas chiquito.

-Sol, Romeo no esta- dijo Dylan- Él creyo que estabas muerta- trago saliva.

-¿A donde fue?- pregunte- ¿A Italia?.

-No Sol, él, él fue...- Norma no encontraba las palabras.

-¿Que? ¡¡Diganme!! ¡¿Que le paso a Mi Romeo?!- grite, el pip pip de el monitor de mi corazon empezo a asender.

-Tranquila, Sol- Dylan había empezado a llorar de nuevo y Norma también.

-Diganlo- exigi.

Hubo un silencio que se me hizo eterno.

-Sol, Romeo esta en terapia intesiva, fue atacado antier, ha perdido mucha sangre y la de él es muy rara- me informo Dylan, ya sin esperanza en sus ojos.

-¿Que tan grave es?- exigí saber.

-Él, Sol, necesitas recuperarte- dijo Norma sin querer decirme.

-¡Dinganlo ya!- las lágrimas asaltaban mis ojos.

-Le dan hasta esta noche de vida- ¡No esto no me podía pasar a mi!, No, si él moría yo queria morir tambien, estaba segura de que si él moria yo me moririan con él.

-Quiero verlo- dije levantandome, me marie un poco por el esfuerzo, me tambaile y Dylan me impidio levantarme.

-Sol, acabas de despertar, estas debil, esto no te va a ayudar- me regaño.

-Y que me importa si me ayuda o no, si Romeo va a morir de que importa- le grite molesta y dolida.

-Si importa, Sol, estas esperando un hijo- me soltó.

-¿Que?- dije como si me lo hubiera dicho en Aleman.

-Si, Sol Romeo y Tu esperan un bebé salio en los examenes de sangre, es apenas un feto de menos de un mes, pero necesitas descansar- ¿Un bebé? Mio y de Romeo.

Miré a Norma, recordé cuando me dio la noticia de su embarazo, estaba destrozada, pero que me dieran la noticia que esperaba un bebe de Romeo era lo más maravilloso que me habían dicho.

Pero Romeo se estaba muriendo...

-Aun así quiero ver a Romeo- dije desidida.

-Llamaré al doctor, si estas estable te llevaré a ver a Romeo, mientras que él diga que no no lo haré- dijo Dylan.

Asentí y volví a la cama, entró un señor canoso peor amable a revisar mis signos vitales mientras yo pensaba en como me habái quedado embarazada.

No es que no supiera sino que en que momento.

Dice Dylan que en menos de un mes, seguro fue esa noche en España, no era la primera vez que estaba con él, pero me gustaba saber que él siempre fue el primero y el unico.

Me llevé la mano al vientre, Alessandro D´luna, seguro.

Pero la duda seguía en mi cabeza y me consumia, ¿Llegaría Romeo a conscer a su hijo?....


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Ya tenía el capitulo ya demasiado tragico y lamento no haber mencionado las noches de Romeo y Sol, es solo que no soy buena con lo erotico, bueno si, bueno no, pero como que me da penita, jiji, ya se que me odian, pero es que si hubiera publicado el original de este seguro seguro me harian un monito budu y me harian cosas malas! se los aseguro que llore, así que desidí no hacerlo así!

Gracias por comentar las amo!